Las ‘fake news’ eclosionan en Ciudad Real avivadas por la pandemia

| 13 febrero, 2021

Lanza se ha convertido en el primer medio de comunicación de la provincia que denuncia la utilización de su imagen y credibilidad para colar bulos sobre la covid, un ciberdelito en expansión todavía sin encaje penal concreto, que convierte a cualquier internauta en cómplice de la desinformación

Desde que los teléfonos inteligentes con acceso a Internet (smartphone) son objeto de uso cotidiano la ciberdelincuencia ha tomado una nueva dimensión. Ya no es necesario el ordenador para cometer delitos tecnológicos, como hace unas décadas, basta con uno de estos aparatitos y las aplicaciones de mensajería instantánea para delinquir de las formas más diversas posibles, como el caso de las ‘fake news’, o noticias falsas, el último reto al que se enfrentan fuerzas de seguridad, fiscalías, gobiernos y medios de comunicación.

Lanza, el periódico digital de mayor difusión en Ciudad Real y el tercero de Castilla-La Mancha según los últimos datos de OJD, ha vivido en carne propia este auge de las ‘fake’, el delito cibernético de moda que todavía no tiene un encaje penal claro. Su reputación online ha sufrido tres golpes en menos de tres meses, con noticias falsas a costa del desconcierto ciudadano por la pandemia. Los dos primeros bulos parecían una broma, la última no tanto.

Primera denuncia en Ciudad Real

La ‘fake’ del domingo pasado, un mero pantallazo de una noticia real en la que solo se lee con claridad el titular: ‘Sanidad se reúne el próximo lunes con urgencia para decretar el confinamiento domiciliario por el aumento masivo de contagios debido a la cepa británica”, ha dado pie a la primera denuncia en la provincia por el ataque a la imagen y credibilidad de un medio de comunicación.

Del caso se encarga el grupo de delitos cibernéticos de la Policía Nacional, que ha recabado todas las pruebas aportadas por Lanza para remitirlas al juzgado. “Muchos delitos como los bulos y las noticias falsas no tienen un encaje penal concreto, puede haber delitos contra el honor o la intimidad, pero no es un tipo de hecho que se denuncie normalmente”, señalan.

Con esta denuncia sobre bulos el grupo de delitos tecnológicos e informáticos abre un nuevo hito en un extenso abanico de nueva cibercriminalidad en la que tanto los investigadores de Policía Nacional como de Guardia Civil no dan abasto.

Delitos de odio

En la semana en la que se ha celebrado el Día Mundial de la Ciberseguridad también la Policía Local de Ciudad Real ha hecho llegar a la fiscalía una de las “escasas, por no decir casi ninguna” –afirman desde Policía Nacional- denuncias por delito de odio en la redes sociales, contra un tuitero que publicó un tuit ofensivo y falso a raíz de un accidente de tráfico.

Pero aunque las ‘fakes’ y los delitos de odio son tendencia, la realidad es que las estafas, por compras o servicios con datos obtenidos de forma fraudulenta de otras personas, siguen copando la mayoría de denuncias y apertura de diligencias por parte de la Fiscalía de Ciudad Real, según confirma el fiscal jefe Luis Huete.

Y la última Memoria de la Fiscalía General del Estado no deja dudas sobre el avance de la ciberdelincuencia, que subió casi un 45% en 2019 (el último año del que hay datos en España). Un crecimiento “imparable”, según refiere la propia fiscalía, consciente de que pese a que se abrieron 13.143 procedimientos, no son más que una mínima parte de la criminalidad real, “tan insondable como la propia dimensión del ciberespacio”, llegan a decir.

“La cifra de criminalidad en el ciberespacio es hoy por hoy difícilmente calculable”, admite la Fiscalía, dada su complejidad y el hecho de que solo llegan a los juzgados aquellos casos en los que es viable localizar al autor.

La pandemia, que a efectos nacionales ha incrementado los delitos tecnológicos, también ha dejado un pequeño repunte de denuncias en Ciudad Real relacionadas con compras fraudulentas, “durante el primer estado de alarma recibimos muchas menos, había miedo a salir de casa o ir a una comisaría”, refieren desde el grupo de delitos cibernéticos de la Policía Nacional.

El avance de la Memoria 2020 de la Fiscalía General no deja lugar a dudas, al tiempo que las nuevas tecnologías se han hecho más imprescindibles para el trabajo o el ocio durante el confinamiento, han subido los delitos tecnológicos.

Repunte de la difusión de pornografía online

La Fiscalía General del Estado ha detectado un repunte “muy importante” en las actividades relacionadas con la distribución online de material pornográfico –constatado en base a indicadores nacionales e internacionales–, la focalización de las actividades fraudulentas en la oferta de productos médico-farmacéuticos o de servicios relacionados con la protección personal contra el patógeno (mascarillas, EPIs, etc.) o de bienes y/o prestaciones útiles para aliviar la situación de confinamiento. Además ha subido la captación de datos personales, ya sea mediante engaño (simulando actuar en nombre de empresas de energía, entidades bancarias, etc) o mediante el acceso irregular a sistemas informáticos para su utilización posterior con fines fraudulentos.

La covid: gasolina al fuego de los bulos

Las noticias falsas, más conocidas por la terminología inglesa ‘fake news’, bulos que se propagan por la Red de forma premeditada para que sean percibidas por los usuarios como ciertas, están en plena eclosión. La pandemia ha echado gasolina al fuego a un método de engaño y manipulación que convierte a cualquier internauta bienintencionado en cómplice de la desinformación.

“La difusión de noticias falsas con el objeto de influir en las conductas de la comunidad es, a día de hoy, una preocupación global. Esto es debido a la rapidez de la difusión que tienen gracias a las redes sociales y de mensajería instantánea”, lo dice la Oficina de Seguridad del Internauta, web de referencia para evitar problemas de seguridad en el entorno digital, dependiente del Instituto Nacional de la Ciberseguridad (Incibe).

El 86% de la población española se cree las noticias falsas

El problema es el 86% de la población española se cree las noticias falsas, según el ‘Estudio sobre el impacto de las fake news en España’ elaborado por la Universidad Complutense de Madrid, lo que implica un gran riesgo.

No todas estas noticias buscan desinformar, que ya es bastante grave, o promover campañas tendenciosas que arruinan reputaciones e inclinan hacia un lado resultados electorales (Estados Unidos es el ejemplo más cercano), muchas ‘fake’ también son una vía de entrada al robo de credenciales, infección por virus informáticos para robar o filtrar datos personales; daños para la salud, como se ha visto en esta pandemia con noticias relativas a tal o cual medicamento, y por su puesto el inmenso daño a la reputación online: empresas que se pueden ver gravemente afectadas si se viraliza una noticia falsa sobre su marca.

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