Los antidisturbios vigilan la sala tras la visita de un grupo de jóvenes en apoyo de los procesados
A. RALLO. LAS PROVINCIAS.- La primera jornada contra el grupo neonazi Frente Antisistema, desarticulado en 2005, se consumió con las cuestiones previas. Las defensas solicitaron la nulidad de los pinchazos telefónicos y de las entradas y registros en los respectivos domicilios. En el primero de los asuntos consideran que las intervenciones no se encuentran motivadas. Los letrados alegan que las escuchas fueron prospectivas, es decir, orientadas a buscar un ilícito penal; sin centrar previamente el objetivo de las pesquisas. Uno de los letrados incidió en que se autorizaron sin que existieran indicios de delito. «La peligrosidad se limita a dos pintadas», sostuvo. La acción de los acusados «es de pensamiento», añadió. «Totalitario es inmiscuirse en el pensamiento de la gente», remató ante los magistrados.
El tribunal, tras escuchar al Ministerio Fiscal, validó, de entrada, las intervenciones. «Existe base en el primer auto para permitir las escuchas». No obstante, anunció que analizarán el fondo del asunto en la sentencia.
El otro punto que cuestionaron las defensas fue el de las entradas y registros. Algunos letrados aseguraron que esta diligencia se efectuó sin su presencia cuando sus ahora defendidos ya se encontraban detenidos. La sección primera de la Audiencia acordó suspender ayer la vista y hoy anunciará, antes de interrogar a los acusados, el sentido de su resolución. A lo anterior, hay que sumar que algunos letrados denunciaron que se trataba de un «juicio político» y que la acusación -la Fiscalía y diferentes asociaciones y partidos políticos- tienen una «base ideológica».
El Ministerio Fiscal se opuso a todas las cuestiones planteadas por las defensas. Manifestó que el hecho de que el grupo vendiera armas prohibidas ya era suficiente para iniciar la investigación.
Únicamente 15 acusados se sentaron ayer en el banquillo, aunque la causa se dirigía contra 18 personas. Dos se encuentran en busca y captura y un tercero permanece ingresado en un psiquiátrico. Entre los procesados figura un concejal de España 2000 de Silla, dos militares y el asesino confeso de Guillem Agulló que ya fue condenado por el crimen, pero sólo cumplió cuatro años. Se les acusa de asociación ilícita, tenencia ilícita de armas prohibidas y tenencia de armas de fuego reglamentadas.
Varios de los presentes insultaron a los medios de comunicación en los instantes previos al inicio de la vista, cuando los fotógrafos y cámaras captaban las imágenes. La presencia de un grupo de jóvenes de estética skin obligó, por precaución, a movilizar a algunos efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP). No existía previamente un dispositivo especial de vigilancia.
Llamó la atención una de las acusadas, que acudió al juicio con un bebé. Otro de los procesados, que iba en silla de ruedas, solicitó permiso para ausentarse de la vista al encontrarse indispuesto. No fue el único afectado por el intenso calor que se vivió ayer en la Audiencia. Los magistrados ordenaron que se abrieran las puertas de la sala y solicitaron dos ventiladores. Una imagen triste de los medios con los que cuentan. En pleno verano, se está reparando el aire acondicionado del edificio.
