El Correo.- «Corran, ganen o los matamos a todos». Con esa amenaza, los barras bravas de San Lorenzo interrumpieron el entrenamiento del nuevo equipo de Muniain. El excapitán del Athletic ha aterrizado en una entidad de Buenos Aires sumergida en una crisis deportiva e institucional. Todo estalló precisamente cuando Francisco Fydriszewski le ‘quitó’ el lanzamiento de penalti ante Godoy Cruz al exrojiblanco, encargado de ejecutarlo a directriz del técnico Leandro Romagnoli, que confesó estar «recaliente» con lo sucedido: un estrepitoso fallo desde los once metros a lo panenka.
Al día siguiente, el preparador dimitió. El club emitió un comunicado agradeciendo su «trabajo y la dedicación» y su actitud de priorizar «siempre las necesidades de San Lorenzo por sobre todas las cosas». La tensión alcanzó su máximo nivel este miércoles, cuando unos 60 barras bravas, los ultras del cuadro argentino, interrumpiendo el entrenamiento de este miércoles para hablar con los futbolistas en las instalaciones del club.
Según TyCSports, los jugadores «quedaron rodeados» y los hinchas les lanzaron esta petición: «Se tienen que dar cuenta la camiseta que tienen puesta. Esto es un desastre. Si de verdad está todo bien y ustedes están unidos, demuéstrenlo el domingo. Corran, ganen o los matamos a todos». Se enfrentarán al Barracas Central.
Tal y como informa el medio argentino, Gastón Campi (capitán del equipo), Matías Reali y Sebastián Blanco tomaron la iniciativa y pidieron disculpas. También defendieron su compromiso para revertir la situación y afearon las promesas incumplidas por parte de la directiva. Después de media hora, los barras bravas abandonaron las instalaciones sin provocar ningún incidente.
San Lorenzo ocupa la vigesimocuarta posición en la liga argentina. El nuevo equipo de Muniain ha ganado uno de los últimos cinco encuentros y cuatro de los diecisiete disputados en total.