Las acusaciones del ‘crimen de los tirantes’ piden 25 años de cárcel para Lanza por asesinato

, , | 8 septiembre, 2020

Ayer comenzó en la Audiencia de Zaragoza el nuevo juicio, con un nuevo jurado y una nueva Juez Presidenta

ROSALINA MORENO. CONFILEGAL.- El nuevo juicio a Rodrigo Lanza por la muerte violenta del zaragozano Víctor Laínez, en diciembre de 2017, comenzó ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Un caso denominado ‘crimen de los tirantes’ porque Laínez vestía unos tirantes con los colores de la bandera de España cuando fue agredido por Lanza en el bar ‘Tocadiscos’ de Zaragoza la madrugada del 8 de diciembre de 2017.

Falleció cuatro días después.

En noviembre de 2019, la Audiencia de Zaragoza condenó a Lanza a 5 años de prisión como autor responsable de un delito de lesiones dolosas con alevosía, en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente, con la agravante de cometer el delito por discriminación referente a la ideología y con la atenuante de arrebato.

Además, le impuso que indemnizara a los familiares de la víctima con 200.000 euros, a distribuir entre los progenitores y cada hijo de Laínez, y sus tres hermanos; y al Servicio Aragonés de Salud con 5.620 euros.

El veredicto del jurado y la sentencia fueron recurridas por las partes y en marzo de este año el Tribunal Superior de Justicia los los declaró nulos y ordenó la repetición del juicio.

La Fiscalía y las acusaciones, tanto la particular como la popular, que ejerce VOX, han vuelto a pedir 25 años de prisión por un delito de asesinato agravado por motivos ideológicos.

La defensa, ejercida por el abogado Endika Zulueta, estima que no hubo delito en la actuación de Lanza y que en ningún momento tuvo intención de matar, y pide su absolución.

El acusado declarará hoy.

La magistrada presidenta del tribunal del jurado, María Josefa Gil, ha admitido todas las pruebas presentadas por las partes, algunas nuevas por parte de los letrados de la acusación particular, Enrique Trebolle y José Luis Melguiz.

Por ejemplo, Trebolle ha presentado un TAC neurológico realizado a Laínez por dos especialistas de Zaragoza los días que estuvo ingresado antes de fallecer, que muestra las heridas cerebrales sufridas por la víctima.

EL RELATO DE LA FISCALÍA

Según el relato de la fiscal ,Ana Cabezas en la madrugada del 8 de diciembre de 2017, cuando Lanza y Laínez discutieron, golpeando el primero a la víctima en varias ocasiones, causándole la muerte, que se produjo en el Hospital Clínico de Zaragoza cuatro días después.

“El acusado cometió el crimen del que se le acusa: un delito de asesinato”, ha afirmado la fiscal, quien ha insistido en que Lanza causó la muerte a Laínez “de forma intencionada” cometiendo un “ataque a traición, con alevosía”, siendo el móvil “los motivos ideológicos”.

Cabezas ha expuesto que Lanza entró en el bar ‘Tocadiscos’ en compañía de tres amigos y que dentro se encontraban el propietario del establecimiento, un grupo de cuatro o cinco jóvenes y “un señor sentado tranquilamente en la barra del bar, Victorino Laínez”.

Según su relato, uno de los amigos de Lanza identificó a Laínez y realizó a Lanza “una serie de comentarios relativos a su ideología” de “ultraderecha”, también que solía llevar unos tirantes con la bandera española, que “ese día llevaba”.

“Esos comentarios molestan mucho a Lanza, de ideología contraria”, quien decidió “aproximarse” y llamó “fascista” a Laínez, espetándole que La Madalena, el barrio donde se encuentra el bar, es “antifascista”, a lo que -según la fiscal- Laínez le respondió que era “un sudaca” y le exigió que volviera a Chile, su país natal.

Señala que cuando Lanza y sus amigos deciden abandonar el local, “Victorino decide ir tras ellos” y “vuelve a tener un enfrentamiento con Lanza” para, “al cabo de pocos instantes”, volver al establecimiento y dirigirse “tranquilamente” a su banqueta.

“Instantes después, entra bruscamente Lanza”, que “se abalanza” sobre Laínez y “le propina un fuerte golpe en la parte trasera de la cabeza”, quedando la víctima semi-inconsciente, quien cae al suelo, prosigue la representante del Ministerio Público.

Y afirma que “lejos de desistir de su intención de agredir”, Lanza “comienza a propinarle patadas en la cabeza”, se agacha y le desfigura el rostro “a puñetazos”. La fiscal apunta que algunos testigos “le dicen que pare, que lo va a matar”.

A continuación, siempre según el relato del Ministerio Fiscal, Lanza se colocó su abrigo y su mochila, cogió su bicicleta y se marchó del lugar: “Se desentiende del estado de la víctima”.

La fiscal ha destacado que el acusado “no confiesa su crimen ni se presenta voluntariamente” en sede policial, sino que “se le detiene en la calle” tres días después.

Cabezas considera que Lanza originó el conflicto “desde el principio”. “Hay personas que necesitan de muy poco para llevar a cabo determinados actos”, ha apuntado.

La fiscal no descarta que el acusado utilizara algún objeto para golpear a la víctima.

LAS ACUSACIONES

En representación de la familia, como acusación particular, el abogado José Luis Melguizo ha criticado que “a la víctima se la ha criminalizado y al criminal se le ha victimizado”.

El letrado ha expuesto que Laínez “se relacionaba con todo tipo de gente” en el barrio en el que vivía y que “facilitó muchos empleos” a personas de raza negra.

De Lanza ha dicho que ahora “parece un infantico del Pilar”, aunque “le quitó la vida a Laínez” y, años atrás, “dejó tetrapléjico a un policía en Barcelona” y también vivió como ‘okupa’, tras lo que le ha calificado de “persona violenta” y afirmando que “se propuso quitarle la vida a Laínez y se la quitó”.

Melguizo también ha comentado que Laínez medía 1,90 metros y pesaba unos 120 kilos, y que Lanza le fracturó un hueso del oído con un golpe inicial.

Para el letrado de la acusación particular, Lanza estaba “invadido por el odio, por la violencia”.

Melguizo ha negado validez al “miedo insuperable” porque “el motivo es ideológico” y el ataque fue “alevoso”.

El abogado de VOX, David Arranz, en representación de la acusación popular, también ha afirmado que “se ha criminalizado a la víctima y victimizado al verdugo”.

Ha destacado que Laínez estaba tomando una cerveza “tranquilamente” y que Lanza se dirigió a él “en tono chulesco y amenazante” por “animadversión” hacia “las personas que considera sus enemigos”.

El letrado considera que Lanza actuó así “por odio o motivos ideológicos y politicos”.

Además, ha apuntado que “seguramente” llevaba “un objeto contundente a modo de arma” y “se ensañó con la víctima”, por lo que afirma que “se trata de un asesinato casi de libro”.

El abogado que representa a la Comunidad Autónoma ha pedido una indemnización para la sanidad pública aragonesa y ha manifestado su intención de “coadyuvar a la defensa de la legalidad”.

LA DEFENSA

El letrado que ejerce la defensa de Lanza, Endika Zulueta, ha dicho que durante los tres años en que el acusado ha estado preso en Zuera “no ha tenido ningún enfrentamiento con nadie”, y ha pedido al jurado que valore el caso con “imparcialidad”, invitando a sus miembros a “dudar de todo y ver si las cosas pueden ser de otra manera”.

“Las cosas pasan por algo”, ha aseverado Zulueta.

“Este hombre puede ser el autor de los hechos y ser declarado no culpable”, ha indicado el letrado, rechazando el “relato simple” que, a su juicio, han realizado las acusaciones sobre “un asunto extremadamente complejo”.

La defensa ha señalado que Lanza llevaba “una vida ordenada” en la época en que ocurrieron los hechos.

Ha relatado que el 8 de diciembre de 2017, Lanza entró en el establecimiento con unos amigos, uno de los cuales le comentó que Laínez llevaba, a veces, los tirantes con la bandera nacional y que “es fascista”.

“Parece que él -Lanza- se acercó a Víctor”, quien le dijo “vete a tu país”, a lo que el acusado respondió “tú eres un racista, un fascista” y “la conversación se acaba”, tras lo que sus amigos “se lo critican” y “les entra la neura” al ver a Laínez manejando su teléfono móvil; “y se van”.

“¿Qué hubiera pasado si -Laínez- no va detrás de ellos?”, se ha preguntado Zulueta, quien ha subrayado que “la navaja la han visto dos personas, el objeto -que llevaría Lanza- nadie lo ha visto”.

“Rodrigo tuvo pánico”, ha asegurado la defensa, y ha añadido que cuando siguió golpeando a su víctima lo hizo “con ese primer pensamiento de que estaba en juego su vida”, considerando que la versión de las acusaciones “chirría por todos los lados” y que “no hay un motivo político”.

Zulueta también se ha remitido a un informe psicológico para afirmar que Lanza “mentalmente está sano”.

El acusado está en prisión provisional por esta causa desde el 11 de diciembre de 2017.

Lanza, nieto del almirante golpista chileno Sergio Huidobro, estuvo en la cárcel anteriormente tras ser condenado por dejar tetrapléjico a un agente de la Guardia Urbana en Barcelona.

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