Cientos de cuentas, como al oficial de Vox, se organizan en Twitter y otras redes sociales para inflar tendencias que recogen noticias falsas y ataques personales contra miembros del Ejecutivo bajo etiquetas como «Gobiernocriminal». Los expertos apuntan a que el objetivo es el de crear «ilusión de consenso» en las redes para generar ruido aprovechando la emergencia sanitaria
PÚBLICO.- «Los investigadores españoles comenzaron a trabajar de forma intensa en cuanto se conoció esta enfermedad, en el mes de enero. En febrero mantuvimos reuniones (con investigadores) para asegurar que tuvieran las máximas facilidades y todos los medios necesarios. El 2 de febrero liberamos medios e iniciamos cambios legales para reducir plazos culminados en el decreto del estado de alarma». Este es el mensaje que trasladó hace unas semanas el ministro de Ciencia, Pedro Duque, para explicar que el Gobierno trabaja desde enero en la lucha contra el coronavirus.
El mensaje del ministro, sin embargo, es para Vox una «prueba gráfica» que demuestra que el Gobierno «sabía lo que iba a suceder, pero prefirió ocultarlo». A través de su cuenta de Twitter, los de Santiago Abascal utilizaban el vídeo de Duque para alentar la etiqueta de «CulpadePedroSánchez», que forma parte de las tendencias que el pasado fin de semana la ultraderecha difundió en redes sociales para lanzar una ofensiva contra el Ejecutivo.
Cientos de mensajes apuntando a supuestas informaciones (de origen desconocido y sin contrastar) que afirmaban que el Gobierno conocía cuál iba a ser la tasa de contagio del Covid-19 hace meses o que Pedro Sánchez se había rodeado de un equipo privado de médicos en La Moncloa inundaron las redes sociales y lograron aupar algunas etiquetas en Twitter a la categoría de Trending Topic (lo más visto y comentado en esta red).
Etiquetas como «Sánchezelsepulturero» o «GobiernoCriminal» aglutinaron numerosos mensajes dirigidos especialmente contra el presidente y el vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Desde la cuenta oficial de Vox se aseguró que el líder de Unidas Podemos estaba «utilizando la tragedia» para «tener más cuota de poder, acabar con Felipe VI y blindar su presencia en el CNI».
Los expertos en redes sociales consultados por Público aseguran que durante el fin de semana pasado se dieron episodios de «actividad inusual» en espacios como Twitter. «Es habitual que los partidos organicen campañas en las redes sociales para desprestigiar a otros partidos o a otros rivales; cuando hay entrevistas a líderes políticos, por ejemplo, siempre están muy activos en redes, jaleando y replicando los mensajes del dirigente o, al contrario, criticando; pero la actividad de este fin de semana fue algo inusual«, aseguran estos expertos.
Las principales diferencias con otras campañas son varias: en esta ocasión no se utilizaron de forma masiva los denominados ‘bots’ (cuentas «fantasma» que se dedican a retuitear o a replicar etiquetas para inflar determinados temas), sino que se trataba de perfiles con pocos seguidores alentados por otros en cadena; y el odio que destilaban algunos mensajes. Además, los expertos resaltan el hecho de que estas campañas se llevan a cabo aprovechando la emergencia del Covid-19.
«El objetivo de estas campañas es crear lo que denominamos ilusión de consenso, es decir, hacer creer a través de la actividad en redes sociales que existe una mayoría que respalda o rechaza un determinado mensaje«, explican los expertos. La dinámica no es en ningún caso espontánea, sino que tiene detrás una organización orquestada con sus tiempos y estrategias.
Una campaña para crear «ilusión de consenso»
En un primer momento, el partido o grupo crea una etiqueta para difundir mensajes con el objetivo de situarla entre lo más leído y comentado en las redes. «Estos grupos suelen disponer de un pequeño ‘ejército’, de unas decenas de personas, que están metidas en grupos de Whatsapp, Facebook, Telegram… y que tienen cierta influencia. Estas personas se encargan de coordinar el ‘inflado’ del tema poniendo por estos grupos que a una hora determinada se va a lanzar una campaña en redes sociales para criticar la gestión del Gobierno en esta emergencia sanitaria», aseguran los expertos consultados.
En la cadena de montaje de la campaña también juegan un papel relevante algunos medios minoritarios, que se encargan de hacer pasar la campaña en redes por una información noticiable. «Su labor consiste en hacerse eco de la convocatoria en redes para convertir en noticia algo que, al menos en principio, no lo es, porque se trata de una campaña que en sus inicios solo siguen algunas personas, pero que estos medios venden como un consenso masivo; después, cuando se ha logrado cierto éxito y las etiquetas y temas de la campaña están entre lo más leído, estos medios vuelven a replicarlo con otra información asegurando que «España» está en contra de esto o a favor de aquello».
«La misión de estos medios es doble», prosiguen los expertos: «alimentan el tema para convertirlo en algo potente y, cuando ya lo es, le siguen dando cancha para que se mantenga durante más tiempo y para dejar constancia de ello. Para generar consenso en redes y etiquetas masivas hacen falta semanas o meses, si es espontáneo de verdad. Con estas dinámicas y estrategia, creas una ilusión de consenso en horas«. Algunos expertos han rastreado las etiquetas empleadas este fin de semana y han descubierto claves que apuntan hacia la estrategia y las alejan de la espontaneidad.
Estos fueron el nº de tweets que lanzaron ambas cuentas. Numero alto y donde @TwitterEspana debería haber bloqueado en algún momento como spam y que debería revisar.
Algunas cuentas habían replicado estas etiquetas más de 150 veces en apenas una hora (150 mensajes con el mismo hashtag en ese periodo de tiempo por parte de una única cuenta); esas cuentas, además, utilizaban nombres con una aleatoriedad inusual (el nombre del supuesto usuario seguido de números de más de 10 cifras) y fotos robadas (uno de los perfiles utilizaba la imagen de una tienda de gafas que muestra a una mujer con gafas de sol en la calle).
Según ha podido comprobar este diario, algunas de las cuentas de Twitter que el fin de semana se dedicaron a replicar las etiquetas promovidas desde el perfil oficial de Vox han sido restringidas por la compañía, dadas las sospechas sobre su dudosa utilidad en la red social. La emergencia del coronavirus ha consagrado acciones espontáneas como el aplauso diario de los balcones a los profesionales sanitarios, pero el consenso en otras cuestiones, especialmente en redes sociales, en ocasiones es solo un espejismo construido.