JUANJO GALÁN. EFE / LA VANGUARDIA.- El partido de ultraderecha Verdaderos Finlandeses vive un segundo auge de cara a las elecciones parlamentarias del domingo, lo que le ha permitido recuperar buena parte del apoyo popular que perdió durante sus dos primeros años en el Gobierno antes de ser expulsado de la coalición tripartita.
El cambio de líder a mitad de la legislatura, la escisión del partido, el salto a la oposición y el endurecimiento de su discurso antiinmigración han dado un nuevo empuje a esta formación, que llegó a perder la mitad de sus votantes por el desgaste de su labor de Gobierno.
Los Verdaderos Finlandeses eran un partido marginal hasta las elecciones de 2011, cuando experimentó un espectacular avance al multiplicar por ocho su número de escaños, convirtiéndose en la tercera fuerza política del país nórdico.
Pese a ser el único partido que aumentó su número de diputados, algo nunca visto en Finlandia, finalmente quedó fuera de la coalición gubernamental por su firme oposición al rescate financiero de Portugal en plena crisis del euro.
En las siguientes elecciones, celebradas en 2015, los Verdaderos Finlandeses perdieron un diputado en el Parlamento de Helsinki, pero aún así lograron convertirse en la segunda fuerza del país.
Este resultado, unido a la moderación de sus posturas, les abrió las puertas de un Ejecutivo de coalición junto a los liberales del Partido de Centro y los conservadores de la formación Kokoomus.
En un intento de suavizar su imagen internacional, el partido llegó incluso a cambiar su nombre oficial en inglés, que pasó a llamarse Finns Party (el partido de los finlandeses), aunque no modificó su denominación en ninguno de los dos idiomas oficiales, el finés y el sueco.
Dos años después de su entrada en el Gobierno, habían perdido casi la mitad de su apoyo popular por el desgaste de pertenecer a un Ejecutivo que aprobó amplios recortes en las prestaciones sociales y tuvo que lidiar con la peor crisis migratoria vivida en Finlandia en décadas, la de los refugiados procedentes de Siria y Oriente Medio.
A mitad de legislatura, los Verdaderos Finlandeses celebraron unas elecciones primarias para elegir una nueva ejecutiva, tras la renuncia a continuar liderando el partido de su presidente y fundador, Timo Soini, actual ministro de Exteriores en funciones.
Contra todo pronóstico, el vencedor de las primarias fue el eurodiputado Jussi Halla-aho, partidario de una línea más radical y xenófoba, quien fue condenado en 2012 por publicar en su blog comentarios racistas y antiislámicos.
Los otros dos socios en el Gobierno, centristas y conservadores, decidieron expulsar a los Verdaderos Finlandeses de la coalición, lo que precipitó que los partidarios de la línea moderada -entre ellos todos los ministros populistas- abandonasen el partido para crear otra formación, actualmente llamada Futuro Azul.
Tras regresar a la oposición, los Verdaderos Finlandeses han radicalizado sus posturas, principalmente en cuestiones relacionadas con la inmigración, y han recuperado buena parte del respaldo popular perdido.
A ello ha contribuido en gran medida una serie de casos de presuntos abusos sexuales a menores cometidos por inmigrantes de origen árabe en la ciudad de Oulu, en la costa oeste de Finlandia, a quienes conocieron a través de las redes sociales.
La principal propuesta de su programa electoral es aumentar el gasto público en prestaciones sociales y educación, fuertemente recortado durante esta legislatura, y financiarlo mediante una drástica reducción de los fondos destinados a la inmigración, aunque sin dar cifras.
A falta de pocos días para las elecciones, los Verdaderos Finlandeses se acercan al apoyo popular que lograron en 2015 y han superado por primera vez en cuatro años al partido conservador Kokoomus, al que arrebatan la segunda posición en los sondeos.
Según la última encuesta, publicada este jueves por la televisión pública YLE, la ultraderecha obtendría el 16,3 % de los votos, cuatro décimas más que los conservadores, mientras que los socialdemócratas lograrían la victoria con el 19 %.
En cambio, Futuro Azul, la formación escindida de los Verdaderos Finlandeses, mantiene su fuerte declive y apenas alcanzaría el 0,8 % de los votos.