No ha sido la formación más votada, pero ha duplicado sus resultados respecto de 2014 y eso complica en extremo la aritmética para la formación de Gobierno
CARMEN VALERO. EL MUNDO.- El partido Alternativa para Alemania (AfD) ha sumado este domingo en Turingia un nuevo éxito electoral a los obtenidos en septiembre en los estados federados de Sajonia y Brandeburgo. No ha sido la formación más votada, pero ha duplicado sus resultados respecto de 2014, superando a los partidos tradicionales, lo que complica en extremo la aritmética para la formación de Gobierno. En clave nacional, los resultados de estos comicios echan más sal a las heridas abiertas en el Partido Socialdemócrata (SPD) y cuestionan aún más a la cuestionada sucesora de la canciller Angela Merkel, Annegrte Kramp-Karrembuer, secretaria general de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Según los sondeos a pie de urna dados a conocer por la televisión pública ZDF al cierre de los colegios electorales, el vencedor de los comicios ha sido Die Linke, partido amalgama de poscomunistas y disidentes de la socialdemocracia. Habría obtenido el 29,5% de los sufragios, un 1,3 puntos porcentuales más que en 2014. El resultado, de confirmarse con el escrutinio se ajusta a los sondeos preelectorales, que también encabezaba en cuanto a popularidad y valoración su líder, Bodo Ramelow, primer ministro estos cinco años en una coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD) y Verdes. Estos últimos habrían obtenido el 5,5% de los sufragios (-0,2), mientras que el SPD deberá encajar una derrota más. Caería 3,9 puntos porcentuales, hasta el 8,5% de los votos.
La CDU con Mike Mohring a la cabeza, pierde en favor de la AfD la segunda posición. Lograría un 22,5 de los apoyos, un batacazo de 11 puntos porcentuales respecto a 2014. El análisis posterior de la votación revelará adónde fueron esos votos, pero una posibilidad es que recalaran en la AfD, que se ha convertido en el partido protesta por excelencia en lo que antaño fue la República Democrática alemana (RDA).
BASTIÓN MÁS RADICAL
Los sondeos a pie de urna proyectan para la formación populista, que tiene en Turingia el bastión más radical, el 24% de los votos. Gana 13,4 puntos porcentuales respecto a 2014. La participación de AfD en tareas de Gobierno está a priori excluida, pero obligará al resto de las formaciones a buscar constelaciones inéditas para sumar mayoría. Se barajan escenarios tan inéditos como un cuatripartido de CDU, el SPD, los Verdes y los liberales, si el FPD logra superar la barrera del 5% de votos y entra en el Parlamento. Otra opción es una coalición de Die Linke, SPD, Verdes y FPD. Menos bullicioso sería un pacto entre Die Linke y la CDU, pero ésa es una opción ya excluida por esos partidos.
NEGOCIACIONES
Las cábalas podrán eternizarse en tanto que la ley no pone límites de tiempo a esas negociaciones. Ramelow seguirá mientras duren en el Gobierno, el primero y único que ha conquistado Die Linke en el país. Perderlo supondría para esta formación en retraída un duro golpe.
Para la AfD, las consecuencias de las elecciones de Turingia se harán tangibles el próximo mes de noviembre. El partido celebra su congreso federal para, entre otros asuntos, renovar la cúpula, lo que determinará en qué dirección evoluciona esta formación.
Höcke, líder de la llama Flüge , ala muy radical y, en la actualidad, bajo observación de los servicios secretos de Interior por sus conexiones con la extrema derecha y grupos neonazis, acudirá al congreso triunfal. Su corriente ha ganado peso entre quienes piensan que el camino al éxito pasa por endurecer el discurso hasta el límite de lo que permite la Constitución. Ganará influencia, pero no podrá apropiarse del partido. Varios elementos juegan en su contra y el más importante es el numero de delegados con los que contará en el congreso. Höcke, a quien muchos en su partido consideran un «nazi» acudirá al congreso con el segundo mejor resultado de la AfD de las tres últimas elecciones. En Sajonia, AfD obtuvo un 27,5% de los sufragios y se convirtió en la segunda fuerza política. En Brandeburgo, Afd se colocó en esa misma posición con el 23,5% de los votos.
«Ningún partido y ninguna persona ha sido tan difamado en la historia de la República Federal como la AfD en Turingia y yo. Pero aquí estamos. En las próximas elecciones lograremos la mayoría absoluta», declaró un pletórico Höcke, para quien no cabe duda de que la Afd «escribirá Historia y se convertirá en una fuerza con amplias bases en la sociedad».
