EFE. ELDIARIO.ES.- Los líderes de la Unión Europea y la Liga Árabe concluyeron hoy su primera cumbre bilateral, celebrada en Egipto, con una declaración conjunta en la que se evitaron puntos polémicos y en la que no figuraron cuestiones como los derechos humanos y las relaciones con Irán.
La cumbre ha supuesto «el comienzo de un nuevo capítulo» entre ambos bloques, según destacó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en una rueda de prensa al término de la cumbre, celebrada el domingo y el lunes en la ciudad de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo.
En una declaración conjunta, árabes y europeos se comprometieron a compartir estrategia en asuntos que conciernen a ambas regiones, como la seguridad, el terrorismo, el desplazamiento masivo de personas, la migración ilegal y el tráfico de seres humanos.
Tusk dijo que ambos bloques acordaron que se debe hacer frente a estos retos por parte de «los dos lados».
En la reunión hubo espacio para abordar temas como las guerras en Siria, el Yemen y Libia y el conflicto entre Israel y Palestina, pero se dejó de lado la cuestión de la amenaza de Irán, que fue planteada en la mesa por Arabia Saudí y algunos de sus socios del golfo Pérsico.
El anfitrión, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, dijo que la reunión fue «histórica», una visión compartida por líderes europeos.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, valoró en declaraciones a Efe que, por primera vez, se ha alcanzado una posición común entre árabes y europeos a pesar de que ha habido «tensiones» para llegar a un consenso, porque ambos bloques mantienen «manifiestas discrepancias» en varios puntos.
Según Borrell, la cuestión de los derechos humanos, que no aparece en la declaración, ha sido «un tema de discusión a lo largo de toda la conferencia» de Egipto.
Ante el tema del respeto de los derechos humanos en Egipto, planteado por periodistas en la rueda de prensa posterior a la clausura, el presidente Al Sisi insistió en su postura con la que se justifica siempre que recibe críticas por parte de opositores y entidades de la comunidad internacional.
El mandatario egipcio aseveró que las prioridades de Egipto son «diferentes» de los países europeos debido a que se encuentra en una zona de conflicto y está expuesto a un mayor peligro de actos terroristas.
Al margen de la cuestión de los derechos humanos, tampoco hubo rastro en la declaración del asunto de Irán, que el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, calificó como una «amenaza directa» tanto para árabes como para europeos.
Para enmendar la ausencia de Irán en la declaración, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin han pedido introducir «observaciones» posteriormente en el documento para registrar su oposición a las «injerencias» iraníes en el mundo árabe, según adelantó el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit.
Abulgueit dijo que la parte europea mostró «sensibilidad» por el asunto, pero se excluyó del documento por la «falta de concordancia completa».
En declaraciones a Efe, el ministro español puntualizó que «no todo el mundo le da la misma importancia a la amenaza que representa Irán».
«Los europeos reconocemos que es un elemento que puede generar inestabilidad, pero al mismo tiempo seguimos estando en contra de la decisión unilateral de los Estados Unidos de denunciar el pacto nuclear. Creemos que es importante mantenerlo porque, en buena medida, depende de eso nuestra seguridad», manifestó a Efe.
Del mismo modo, el Líbano pretende incluir observaciones a la declaración para que se mencione la necesidad de apoyar al país por la difícil situación económica que atraviesa al albergar a casi un millón de refugiados sirios.
Los líderes árabes y europeos también decidieron dar continuidad a este tipo de cumbres y acordaron reunirse de nuevo en Bruselas en 2022.
Los dos días de la cumbre también han permitido a los líderes europeos celebrar reuniones bilaterales para debatir sobre asuntos como el «brexit», un tema que preocupa más al viejo continente que lo que ocurre a orillas del mar Rojo.
Por Samar Ezzat
