Lo hizo como respuesta a una iniciativa del Centro Simon Wiesenthal. “La definición permite identificar cuando la discriminación es antisemita, evitando lagunas de interpretación y fuentes de contradicción”, sostuvieron desde la institución educativa
INFOBAE.- El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires resolvió en forma unánime adoptar en el ámbito de su institución la definición práctica y jurídicamente no vinculante de antisemitismo aprobada en 2016 por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), una organización intergubernamental que reúne a gobiernos y expertos para promover la educación, la investigación y el recuerdo del Holocausto en todo el mundo, de la que Argentina forma parte desde el 2002.
La medida fue tomada como respuesta a una iniciativa del Centro Simon Wiesenthal, que fue reconocida por la UBA por su actividad en pos del pluralismo y la defensa de los derechos humanos.
En concreto, la definición del IHRA, vigente desde el 26 de mayo de 2016, dice que “el antisemitismo es una cierta percepción de los judíos, que puede expresarse como odio hacia los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y / o a sus bienes, a las instituciones de la comunidad judía y a sus lugares de culto”.
Su valor radica en disponer de un elemento adicional para la evaluación de eventuales conductas hostiles, prejuiciosas, violentas y discriminatorias basadas en el negacionismo, la cultura del odio y de la intolerancia en una de sus manifestaciones.
El Consejo Superior de la UBA sostuvo que, coincidiendo con la Ley 23.592 de Actos Discriminatorios, “la definición permite identificar cuando la discriminación es antisemita, evitando lagunas de interpretación y fuentes de contradicción”.
En su resolución, indicaron que “el Estatuto Universitario se pronuncia por la imposibilidad de toda discriminación ideológica o política, al tiempo que establece que en su seno no se admiten discriminaciones de tipo religioso, racial o económico y que la Universidad estimula todas aquellas actividades que contribuyan sustancialmente al mejoramiento social del país, al afianzamiento de las instituciones democráticas y, a través de ello, a la afirmación del derecho y la justicia”.
También expresaron que “en reiteradas oportunidades” la UBA demostró “su compromiso en lo referido al reconocimiento irrestricto de los Derechos Humanos y a la importancia de construir una sociedad inclusiva en todos sus aspectos”.La resolución de la institución educativa
La disposición fue celebrada por el Centro Simón Wiesenthal. Los doctores Shimon Samuels y Ariel Gelblung, directores de Relaciones Internacionales y para América Latina de esa institución, consideraron que la adhesión de la definición por parte de la UBA «tiene que ser un faro para que las universidades de todo el continente tengan un elemento válido contra la intolerancia y la incitación al odio”.
A comienzos de junio pasado, la definición de antisemitismo también fue adoptada por la administración nacional. En aquella ocasión, a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional invitó al Poder Legislativo, al Poder Judicial y a los gobiernos provinciales y otras instituciones públicas y privadas a adherir, “como guía de aplicación, con la finalidad de contribuir a la lucha de la República Argentina contra el antisemitismo en todas sus formas, colaborar en la construcción de una cultura de prevención de la hostilidad y la violencia a que llevan los prejuicios y la intolerancia, promover la educación para la pluralidad y reforzar la tarea de garantizar el cumplimiento del objetivo de la educación la memoria y la investigación del Holocausto y de sus lecciones para nosotros y las generaciones venideras”.