El presidente sugirió en privado construir «un muro con un foso lleno de serpientes o caimanes (…), electrificado, con pinchos en la parte de arriba que pudieran cortar la carne humana»
PABLO PARDO. EL MUNDO.- El «muro impenetrable, poderoso, hermoso» que Donald Trump quiere poner en la frontera entre México y Estados Unidos para frenar la llegada de inmigrantes indocumentados de Centroamérica no es suficiente. El presidente, en conversaciones privadas con sus asesores, ha sugerido construir «un muro con un foso lleno de serpientes o caimanes (…), electrificado, con pinchos en la parte de arriba que pudieran cortar la carne humana». Así lo explican los periodistas del ‘New York Times’ Julie Davis y Michael Shear en su libro ‘Border Wars’ (‘Guerras Fronterizas), que se pone a la venta el martes que viene, y que ha desatado una considerable controversia en EEUU.
Porque las revelaciones de Davis y Shear no terminan ahí. En la prepublicación del libro en el ‘New York Times’ se detalla cómo el presidente de Estados Unidos propuso el pasado mes de marzo autorizar a las fuerzas de seguridad que vigilan la frontera disparar a los inmigrantes cuando éstos les arrojan piedras desde México. Cuando los asesores de la Casa Blanca le explicaron que eso es ilegal, ya que constituye una violación flagrante de la soberanía nacional mexicana, Trump dobló la apuesta y defendió disparar a los migrantes, pero sólo a las piernas «para hacer su avance más lento». Eso, evidentemente, también es ilegal.
Las propuestas de Trump, sin embargo, tienen algunos precedentes. En noviembre pasado, las fuerzas del orden de EEUU dispararon gases lacrimógenos a inmigrantes que se encontraban dentro del territorio mexicano. El incidente tuvo lugar cerca del punto fronterizo que separa San Diego de Tijuana.
Y, en relación a los «pinchos» de los que escriben Davis y Shear, hay un ejemplo más cercano: Melilla. En 2005, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero empezó a instalar concertinas, es decir, alambre con cuchillas, en la frontera entre esa ciudad y Marruecos. En diciembre del año pasado, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció el reemplazo de las concertinas por otro tipo de barreras que, dijo, son más eficientes y menos peligrosas. Está previsto que el nuevo sistema esté instalado en 2020.
Pero, más allá de las propuestas de Trump, lo que ‘Border Wars’ deja claro es el estilo del presidente. Davis y Shear -al igual que otros periodistas que han cubierto la Casa Blanca de Donald Trump, como Michael Wolff o Bob Woodward- presentan a un presidente que no se fija en los detalles, que cambia de opinión constantemente, que grita a sus subordinados y que funciona por impulsos. Unos impulsos en los que destaca su obsesión con la inmigración.
