La suspensión del partido contra el Albacete le ha salido cara al Rayo Vallecano. El presidente del club, Raúl Martín Presa, se mostró indignado por la decisión del comité
EL CONFIDENCIAL.- El Rayo Vallecano tendrá que pagar una multa, jugar dos partidos con el estadio parcialmente cerrado y terminar de jugar contra el Albacete sin público. Ese es el castigo que le ha impuesto el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por lo sucedido en el partido del 15 de diciembre, suspendido después de que parte de su afición señalara como nazi al jugador Roman Zozulya.
En el Rayo-Albacete de la 20ª jornada de segunda división, el futbolista ucraniano fue recibido con pancartas y cánticos que le acusaban de nazi. Era su primera visita desde su salida del club en febrero de 2017, semanas después de llegar cedido por el Betis. No llegó a debutar por la presión de una parte de la afición rayista, que no querían que un jugador con sus ideas vistiera los colores de su equipo.Pincha para leer la resolución del Comité de Competición de la RFEF sobre el Rayo Vallecano-Albacete.
En el partido contra el Albacete, la afición cantó cosas como «El que no baile es un fascista” o «El que no baile es Roman Zozulya”, según recogió en el acta el árbitro José Antonio López Toca, que paró dos veces el encuentro en los últimos minutos de la primera parte y lo suspendió en el descanso.
La resolución, publicada este viernes por la RFEF en su web, califica lo sucedido como una infracción grave e impone al Rayo Vallecano una sanción pecuniaria de 18.000 euros (la mínima) por incumplir el artículo 69.1.b) del Código Disciplinario federativo, que califica como acto o conducta que incita a la violencia «la exhibición en las instalaciones deportivas de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que inciten o fomenten los comportamientos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes o constituyan manifiesto desprecio a cualesquiera de los que intervengan en el partido».
La resolución dice que la suspensión del encuentro «fue decidida por el colegiado como consecuencia de la exhibición de pancartas y cánticos proferidos por un sector de la afición local contra el jugador del Albacete Balompié, SAD, D. Roman Zozulya». En el acta del encuentro, que a diferencia del informe del delegado-informador de LaLiga no recogió los cánticos, el árbitro explicó que la decisión de suspender el partido se basó en la opinión de la coordinadora de seguridad, que le comunicó que «las fuerzas de seguridad no podían garantizar la seguridad de los participantes en el encuentro» en aquella situación.
El equipo vallecano también sufrirá el cierre parcial de su estadio en base al artículo 69.1.c). que califica como acto o conducta que incita a la violencia la entonación de cánticos que inciten a la violencia o constituyan manifiesto desprecio a las personas que intervienen en el encuentro» (en este punto, la resolución contiene un error y señala un artículo equivocado del código disciplinario). El cierre parcial del estadio durante dos partidos afectará al «sector y grada/s donde se produjeron los hechos que han dado lugar la presente expediente», dice la resolución. Se cerrará, por tanto, el fondo sur, la zona en la que se ubican los Bukaneros, el grupo más crítico con Zozulya.
Por último, El Comité de Competición decreta que la segunda parte del partido se juegue a puerta cerrada. La fecha se decidirá después de que se pronuncien LaLiga y los dos clubes.
Cuatro días después del partido, Roma Zozulya dio una rueda de prensa en Albacete para defenderse de las acusaciones. En ella se calificó a sí mismo como un patriota y dio su versión sobre las fotos utilizadas por sus críticos para asociarlo a movimientos de ideología nazi o ultraderecha. «Todo lo que dicen sobre mí no es verdad. Solo soy un futbolista y patriota de mi país», dijo. «Soy partidario de mi país. Soy apolítico y contrario a todas las ideologías».
El presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa, mostró su disconformidad con la resolución del Comité de Competición, a la que calificó como «una atrocidad». «El Rayo quiere mostrar su total desacuerdo con esta resolución. La consideramos totalmente injusta. El Rayo Vallecano está siendo castigado», dijo Martín Presa, que tampoco está de acuerdo con que la segunda parte se juegue a puerta cerrada. «Se está haciendo una injusticia. Se está condenando a la victima (…) Quienes deben ser sancionados y multados deben ser las personas responsables de los cánticos”.
Martín Presa explicó que las pancartas no fueron autorizadas y que el club ha puesto todos los medios para evitarlas. «Las pancartas se introducen sin nada de aire, prensadas y son muy difícilmente detectables», dijo el presidente, que evitó señalar a todo el fondo sur del Estadio de Vallecas. «No es todo el fondo el que no cumple con las normas, por ello necesitamos identificar a esas personas, porque van a pagar justos por pecadores. No creemos en los daños colaterales».