La sanción a Racing Club por los gestos racistas de sus aficionados reabre el debate por la discriminación en el fútbol argentino.

, , | 25 mayo, 2023

El País.- La Conmebol multa con 100.000 dólares al club por los gestos de sus fanáticos el mismo día que un futbolista colombiano denuncia haber sido insultado desde las tribunas durante otro partido.

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ha sancionado este martes al argentino Racing Club por los gestos racistas de un grupo de aficionados durante un partido contra el Flamengo de Brasil en Buenos Aires. El detonante ha sido un vídeo filmado desde la tribuna visitante que muestra a un grupo de fanáticos locales imitando los gestos de un mono tras un empate por la fase de grupos de la Copa Libertadores, la competencia regional más importante de América, el pasado 4 de mayo. Los gestos racistas de los fanáticos, que el reglamento de Conmebol sanciona con una multa de 100.000 dólares, han reabierto el debate sobre la discriminación en las tribunas del fútbol argentino. La sanción a Racing ha sido resuelta la misma noche que un futbolista colombiano denunciaba insultos racistas durante otro partido en Buenos Aires.

“El tema del racismo ya cansa. Que te llamen mono, que te llamen negro, es una falta de respeto y da tristeza”, se quejó este martes el delantero colombiano Hugo Rodallega tras la derrota de su equipo, el Independiente de Santa Fe, contra Gimnasia y Esgrima de La Plata en Argentina. “No me duele que hayamos perdido, me duele lo que pasa en el entorno de los estadios. Es un desastre lo que pasa en el mundo entero”, dijo todavía en la cancha, mientras le entrevistaban al terminar el partido de la Copa Sudamericana, la segunda competencia regional.

Las autoridades de Gimnasia pidieron disculpas este miércoles, aunque ahora esperan la resolución de la Comisión Disciplinaria de la Conmebol. La autoridad del fútbol regional podría sancionar al equipo con los mismos fundamentos que a Racing Club: el artículo 15.2 de su código de disciplina, que contempla la multa de 100.000 dólares contra cualquier institución “cuyos aficionados insulten o atenten contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas, por cualquier medio, por motivos de color de piel, raza, sexo u orientación sexual, etnia, idioma, credo u origen”.

La denuncia de Rodallega abre un panorama nuevo frente a la xenofobia en los estadios argentinos. Es el caso más reciente que va más allá de los insultos habituales cuando los equipos nacionales enfrentan equipos brasileños. La última sanción que recibió un equipo argentino por la xenofobia de sus fanáticos es un calco de los incidentes en el estadio de Racing a principios de este mes. En mayo de 2022, los fanáticos de Boca Juniors tuvieron gestos similares contra los aficionados del Corinthians brasileño durante otro partido de la Copa Libertadores. La chanza es tan habitual en enfrentamientos entre fanáticos de ambos países que los brasileños tienen su propia respuesta: suelen quemar billetes argentinos desde las tribunas para burlarse de la inflación desbocada en el país.

El insulto xenófobo y racista es una marca de la violencia en los estadios argentinos, que tienen restringida la entrada de fanáticos visitantes en los partidos de liga desde hace una década. La organización Salvemos al Fútbol lleva un registro histórico de 346 incidentes violentos en los estadios que terminaron en la muerte de algún fanático en situaciones que van desde avalanchas humanas a la represión policial. Pero el episodio más común son las peleas o emboscadas entre hinchas.

La prohibición de los fanáticos visitantes en los estadios ha hecho poco contra los cantos xenófobos en las tribunas. Los insultos antisemitas contra Atlanta, un equipo de Buenos Aires de uno de los barrios de tradición judía de la ciudad, o los cantos xenófobos contra Boca Juniors, que vinculan la raíz popular del equipo con más fanáticos del país con la inmigración sudamericana en Argentina, son episodios comunes en el fútbol nacional. Pero el ensañamiento contra los equipos brasileños es transversal en el fútbol argentino: como Racing, River Plate, Boca Juniors o Independiente de Avellaneda han sido sancionados por los insultos de sus tribunas a los visitantes en los últimos dos años.

“No podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen dentro de los estadios de fútbol”, se quejaba esta semana el presidente brasileño, Lula da Silva, por la “pasividad” de España contra los insultos racistas que sufre Vinicius Jr, jugador brasileño del Real Madrid. El Gobierno de Lula ha pedido a su par español que tome medidas en el caso. Convertido el racismo que vive Vinicius en España en un conflicto diplomático, las últimas sanciones a un equipo argentino ponen ahora el foco en el vecino sudamericano.

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