EMILIO SÁNCHEZ HIDALGO. EL PAÍS.- Gregory Locke es un abogado neoyorquino de 27 años. Este sábado cogió el Metro en Manhattan. Al entrar en el vagón, se encontró con varias esvásticas nazis pintadas en las ventanas y en los carteles. También había mensajes antisemitas como «los judíos deben estar en el horno». Los pasajeros borraron las pintadas mientras Locke hacía fotos. Las imágenes, junto al texto del neoyorquino, han sido compartidas 285.000 veces en Facebook en las últimas horas. Debajo del post puedes leer la traducción en español.
Cuando me subí al metro en Manhattan esta noche, me encontré con una esvástica en cada anuncio y en cada ventana. El tren estaba en silencio, con todo el mundo mirándose los unos a los otros, incómodos y sin tener claro que hacer.
Un chico se levantó y dijo «los productos ‘limpia manos’ quitan la tinta de marcador; necesitamos alcohol». Encontró algunos pañuelos y se puso en marcha.
Nunca he visto a tantas personas abriendo de forma simultánea sus bolsos y bolsillos en busca de pañuelos y ‘limpia manos’. En dos minutos, toda la simbología nazi había desaparecido.
Simbología nazi. En un tren público. En Nueva York. En 2017.
«Imagino que esta es la América de Trump», dijo un pasajero. No señor, no lo es. Ni esta noche ni nunca. No mientras los testarudos neoyorquinos tengan algo que decir al respecto.
El post también acumula casi 300.000 reacciones y cientos de comentarios, la mayoría aplaudiendo el gesto de estos neoyorquinos. El texto y las fotos también se están moviendo en otras redes sociales, como Twitter. Uno de los mensajes difundidos en esta red social suma más de 120.000 retuits. Según contó el autor del post a la NBC, una de las pasajeras que ayudó a borrar las pintadas se mostró visiblemente molesta. «Nunca he tenido que enfrentarme a algo así», dijo.
El nuevo presidente de Estados Unidos se desmarcó por primera vez del apoyo que le dedicaban diferentes grupos de corte racista en noviembre de 2016 -tras las elecciones en las que resultó elegido- . “Los repudio y condeno”, dijo Donald Trump.
El veto a la emigración procedente de siete países de mayoría musulmana ha sido contestado con manifestaciones masivas en diferentes ciudades de Estados Unidos, en las que se tachaba la medida de racista. Además, el veto de Trump a los ciudadanos de Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia, Yemen e Irak ha sido paralizado por la justicia, lo que no ha impedido que el republicano asegure que las restricciones se aplicarán.
Desde que Trump venció a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales se han sucedido otros eventos parecidos al que se produjo el sábado en el Metro de Nuevas York. Una organización especializada en registrar crímenes de odio en Estados Unidos contabilizó 900 ataques racistas en los diez días siguientes a la victoria del republicano.