Así se prepara la minoría asiática para su mayor movilización, la manifestación de este viernes en el centro contra los bloqueos masivos de cuentas que han alterado sus vidas
FERNANDO PEINADO. EL PAÍS.- Los socios del Centro de Mayores Chinos de Usera, en Madrid, suelen reunirse por las tardes para ensayar música tradicional o para jugar al ping pong, pero no para preparar manifestaciones. Este jueves era un día especial. Chen Yuguan, de 80 años, pintaba con tinta china y pincel un cartel con las palabras: “Igualdad y Respeto”, uno de los mensajes en español que le dictó Toni Chen, de 20 años, y que habían sido preparados por jóvenes voluntarios de la campaña contra el bloqueo masivo de cuentas bancarias que ha causado una gran indignación. Se manifestarán este viernes al mediodía en el Paseo de Recoletos frente a una oficina del BBVA, el banco que más quejas acapara y al que muchos acusan de haberles congelado sus depósitos sin justificación durante semanas o incluso meses.
El BBVA dice estar cumpliendo con la ley antiblanqueo de capitales y niega que la oleada de casos de chinos con cuentas congeladas se deba a una discriminación por origen o raza, como denuncian los afectados.
“Esta es como si fuera nuestra primera vez y estamos un poco nerviosos”, confesaba Beini Qian, de 32 años, una de las voluntarias. En realidad ya ha habido manifestaciones de chinos en Madrid, pero por lo general habían sido protestas espontáneas y en zonas más alejadas del centro, por un mensaje ofensivo en la serie de Tele 5 «Aída«, en 2014; o por el atropello mortal de un niño de tres años en 2017. Las asociaciones de inmigrantes chinos dicen que otras veces han sufrido problemas de forma silenciosa, como oleadas de robos en sus comercios, pero esta vez el enfado es mucho mayor.
Ahora es diferente por la planificación y la escala. Se han organizado 74 asociaciones de chinos de toda España en una federación y esperan que al menos 500 personas se concentren en la céntrica calle de la capital. “Somos muy tranquilos”, dice Beini. “Para que salgan a la calle tiene que ser algo fortísimo”.
La federación de asociaciones estima que hay cerca de 5.000 afectados. Hace meses que comenzaron los bloqueos, pero el de la semana pasada durante el Año Nuevo chino ha herido especialmente las sensibilidades.
Para su protesta han pedido asesoramiento a españoles sobre qué mensajes poner en los carteles, han enviado una nota de prensa a los medios de comunicación y un bufete de abogados les ha hecho la imprescindible reserva en la Delegación del Gobierno para manifestarse, previendo ocupar uno de los carriles de tráfico rodado frente al edificio del banco, que alberga la Fundación BBVA. También dicen que han imprimido pancartas de seis metros de largo en una imprenta de Fuenlabrada.
Para Madrid, una ciudad con comunidades de inmigrantes cada vez más asentadas, será una nueva reivindicación extranjera en sus calles, después de dos concentraciones multitudinarias de venezolanos opositores a Nicolás Maduro en Puerta del Sol en el último mes.
En el caso de la protesta china ha sido de ayuda la presencia cada vez más numerosa de chinos de segunda generación, capaces de traspasar el muro lingüístico que dificulta la vida de los mayores.
En Usera, el distrito madrileño con la mayor comunidad china de Madrid (8.215 inmigrantes chinos de un total de 34.517 en la ciudad) algunos carteles estaban pintados con caracteres chinos para captar la atención de los medios de ese país, que en las últimas semanas se han hecho eco del drama de sus compatriotas en España. «Es el momento de defender nuestros derechos. No podemos dejar que nos sigan pisando», añade.
Algunos mayores, que se criaron bajo el totalitarismo, decían no haber ido a una protesta en su vida como era el caso del presidente del centro, Songlin Xu, de 70 años. Vestido con gabardina y corbata, decía estar muy emocionado por lo que espera que sea una concentración de gran magnitud.
Supervisaba los carteles y aseguraba que muchos vecinos de Usera cerrarán sus negocios temporalmente para acudir a la protesta: “Esperamos que se haga justicia”.