Heraldo de Aragón.- La víctima, que sufrió al menos tres navajazos y sigue en la uci, recibió otra paliza el pasado sábado en la zona de bares de María Lostal. Parece que ambos hechos estarían relacionados.
Un joven de 31 años estuvo a punto de perder la vida el lunes a consecuencia de al menos tres navajazos que le afectaron a órganos vitales que le infligió un grupo de jóvenes, con toda probabilidad relacionados con la banda criminal Dominican Don’t Play (DDP), en el barrio de San José de Zaragoza. El lesionado sufrió una herida profunda en la zona lumbar, así como otras en el abdomen, un costado y una pierna. También fue asistido de varios cortes en la cabeza.
La víctima permanecía anoche ingresada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Miguel Servet, donde se recuperaba de tres intervenciones quirúrgicas, una de ellas para salvarle el bazo. A pesar de su gravedad, su evolución es favorable, según fuentes de la familia.
Los hechos se produjeron en torno a las 23.30 del lunes entre las calles de Juan José Gárate y Nuestra Señora del Agua. Todo indica que el origen de la agresión fue un robo con violencia que el acuchillado y un amigo sufrieron el pasado sábado en la puerta de la discoteca Chocolat, en la calle de María Lostal. Además de ser golpeados, a la víctima le robaron el móvil y las llaves del coche.
Los asaltantes se dieron a la fuga, pero el herido reconoció a uno de ellos por ser vecino del barrio. Por esta razón, optó por no denunciar el atraco y tratar de recuperar por su cuenta el teléfono. La víctima y su hermano empezaron a preguntar por San José y terminaron enterándose de dónde estaba el terminal. Pero sus preguntas no sentaron bien en el entorno de los DDP y uno de los adultos que lideran la banda decidió darle un escarmiento y pidió a sus compinches que «fueran a por él», tal y como explicó la familia.
En este contexto, el lunes por la noche, el ahora acuchillado se acercó con dos personas más hasta el número 10 de la calle de Juan José Gárate, donde creían que podía estar el móvil. Pero no solo no les abrieron la puerta sino que cuando se fueron hacia Nuestra Señora del Agua oyeron un «silbido» desde una ventana y, al bajar por la zona ajardinada, vieron llegar de frente a un numeroso grupo de jóvenes, y al instante, otro por detrás.
En un momento se vieron rodeados y los tres echaron a correr, pero los agresores solo se centraron en la víctima. «Gritaban: ‘¡ A esos dejadlos!’. Y solamente fueron a por mi hermano. Y todo por un móvil», explicó este martes el familiar. El joven cayó al suelo y recibió toda suerte de golpes y pinchazos. Sus agresores le atacaron también con un bastón con punta y botellas rotas. En el hospital le diagnosticaron, además, un coágulo en el estómago producto de la paliza del sábado.
La multitudinaria agresión alarmó a los vecinos, que llamaron al 091 para pedir ayuda. Cuando acudieron las primera patrullas, los agresores se dispersaron por el barrio. Aún así, dadas las descripciones facilitadas por los testigos y por la propia víctima, que permaneció consciente en la ambulancia, cuatro de ellos fueron localizados y detenidos en las inmediaciones.
Los vecinos de la calle Juan José Gárate se quejaban amargamente de las frecuentes broncas que organizan los inquilinos del entresuelo del número 10, donde la Policía ha intervenido otras veces. Lo señalan como un punto de venta de menudeo de drogas y de receptación de objetos robados, así como por el elevado número de personas, especialmente gente muy joven, que lo frecuentan. Agentes del Grupo de Información constataron en julio que los DDP se han organizado para robar en los exteriores de la Chocolat y otras discotecas de la ciudad.
