El personal de la cadena estadounidense fue liberado pocas horas después de su detención injustificada
JOSÉ PABLO DÍAZ. EL PAÍS.- Un equipo de televisión de la cadena CNN ha sido arrestado la mañana de este viernes mientras realizaban una transmisión en directo de la tercera jornada de disturbios en Minneapolis, Estados Unidos. El periodista Omar Jiménez acababa de mostrar la detención de una manifestante cuando media docena de oficiales lo rodearon y lo esposaron sin darle explicación alguna. Posteriormente, el productor y el operador de cámara que integraban su equipo, también fueron esposados. Mientras tanto, el analista de CNN Charles Ramsey alegaba desde el estudio que la detención del equipo no “tenía sentido alguno”, ya que Jiménez se había identificado como periodista.
Pocas horas después de la detención, el equipo fue liberado de las instalaciones de Seguridad Pública del condado de Hennepin, en el centro de Minneapolis. Según el reporte policiaco, el arresto del personal de CNN se dio “en la tarea de despejar las calles y restablecer el orden en Lake Street y Snelling Avenue». Jiménez y el equipo de producción habían estado informando desde los alrededores del recinto del Departamento de Policía de la ciudad, que los manifestantes habían vandalizado e incendiado durante la noche. El alcalde de Minnesota, Tim Walz, ofreció una disculpa pública y describió los arrestos como “inaceptables”, ya que el equipo de CNN “claramente tenía derecho de estar ahí”.
Las manifestaciones en Minneapolis comenzaron después de que se difundiera un vídeo en el que el policía blanco Derek Chauvin arresta con violencia al afroamericano George Floyd por sospecha de fraude. En las imágenes, que han dado la vuelta al mundo, se puede ver a Floyd gemir de dolor: “Todo me duele… Agua o algo, por favor. Por favor, por favor. No puedo respirar, agente, no puedo respirar”, le decía al oficial Chauvin, sin que este se inmutara. A los minutos, Floyd quedó inconsciente y, tras ser trasladado al hospital, murió. Este viernes, cuatro días después del incidente, el policía fue acusado formalmente de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.