EFE.- La policía investiga la autoría de una protesta islamófoba aparecida ante la oficina regional de la canciller alemana, Angela Merkel, en Stralsund (este del país), el distrito electoral de la líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU).
Una patrulla policial encontró la medianoche pasada en ese lugar catorce velas de cementerio, unas rosas rojas y cuatro fotos de mujeres con los nombres de Maria, Keira, Mia y Mireille, alusivos a cuatro jóvenes muertas presuntamente a manos de refugiados acogidos en Alemania.
Varias de las velas llevaban escrito «Movimiento identitario», grupo de ultraderecha no organizado como partido político y bajo observación de los servicios secretos germanos.
Junto a estos objetos se encontró la frase, escrita sobre el suelo en yeso, «¿Pertenece el Islam a Alemania?», uno de los temas dominantes estos días en el debate político del país.
Merkel había incidido esta semana en la cuestión en su primera declaración desde su reelección para un cuarto mandato ante el Bundestag (Parlamento), al afirmar que el islam «es parte» del país y recordar que en Alemania viven 4,5 millones de musulmanes.
Con ello marcó distancias respecto a su nuevo ministro del Interior, el líder de la Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, Horst Seehofer, quien unos días antes había sostenido lo contrario en su primera entrevista desde que asumió el cargo.
Seehofer fue en la pasada legislatura el principal representante de la crítica interna a Merkel, a la que exigió reiteradamente limitar la llegada de peticionarios de asilo a Alemania, país que desde 2015 ha recibido 1,3 millones de refugiados.
La oficina de la canciller en su distrito electoral ha sido en estos últimos años objeto de varias acciones de protesta atribuidas a la ultraderecha,
En dos ocasiones se encontraron ahí sendas cabezas de cerdo con frases alusivas a la líder alemana y hubo marchas del movimiento islamófo Pegida.
Esta semana, la audiencia de Friburgo (sur del país) dictó cadena perpetua contra un refugiado afgano por la violación y muerte en 2016 de una estudiante llamada Maria, de 19 años.
