El agresor, un joven de 18 años, ha sido abatido a tiros por la policía. Antes publicó una foto de la cabeza de su profesor en su cuenta de Twitter reivindicando su acción. Hay nueve personas detenidas
IÑAKI GIL. EL MUNDO.– Un profesor de historia que mostró a sus alumnos las caricaturas de Mahoma ha sido decapitado junto al colegio en el que daba clase. Ocurrió en Conflans Sainte Honorine (Francia), a unos 50 kilómetros al noroeste de París, pasadas las cinco de la tarde de ayer. El presidente de la República, Emmanuel Macron, que acudió al lugar lo calificó de «atentado terrorista islamista».
La policía investiga si el agresor, que no era alumno del centro, tuvo algún cómplice o fue él mismo quien publicó en Twitter una foto de la cabeza de su víctima con el siguiente texto: «En nombre de Alá he ejecutado a uno de esos perros del infierno que osó mofarse de Mahoma», según informó la emisora France Info. En el mensaje había amenazas contra Macron, «el dirigente de los infieles».
La iniciativa del profesor, identificado como Samuel P. por Le Monde, suscitó controversia en el colegio y habría recibido amenazas. La clase versaba sobre libertad de expresión. El docente, de 47 años y con un hijo, pidió a los alumnos musulmanes que se identificaran por si querían abandonar el aula. Un padre del colegio se quejó y el enseñante admitió un error de planteamiento.
El asesino, nacido en Moscú y de posible origen checheno, fue localizado a unos 200 metros, en la vecina localidad de Eragny, donde residía. Blandía un arma blanca ensangrentada. La primera patrulla policial que intentó detenerle le disparó diez tiros. Murió allí mismo, tras gritar «Alá es grande». La policía ha detenido además a nueve personas relacionadas con el caso, una de ellas menor de edad. Se trata de varios miembros del entorno del presunto asesino así como el padre de una alumna del colegio, que colgó el vídeo en su Facebook denunciando la iniciativa del docente.
El presidente de la República se ha acercado al colegio. Tras hablar largos minutos con los profesores, ha hecho unas declaraciones: «Uno de nuestros conciudadanos ha sido asesinado porque enseñaba la libertad de creer y de no creer». Llamó a la nación a «unirse a los enseñantes» y hacer. bloque frente al «oscurantismo y la violencia». «No pasarán», repitió varias veces.
Hace tres semanas, otro joven, un paquistaní de unos 25 años, fue detenido en París tras atacar con un machete a dos trabajadores de una productora de televisión. Habían bajado a la calle a fumar un cigarrillo. El agresor les tomó por empleados de Charlie Hebdo. Había pasado el día anterior por la calle para preparar su atentado sin caer en la cuenta de que la revista ha trasladado su sede a un lugar que se mantiene en secreto. Las víctimas resultaron heridas de gravedad.
El terrorista islamista declaró a la policía que actuó en reacción a la republicación de las caricaturas en septiembre por el seminario satírico. Este hecho suscitó manifestaciones de protesta en varias ciudades de Pakistán contra «Charlie Hebdo» y contra Francia. Al Qaeda amenazó a la publicación parisina.
En estos días se celebra el proceso sobre el atentado contra ‘Charlie Hebdo» en enero de 2015 en el que murieron 12 personas. Aquel año, en diferentes atentados jihadistas, murieron en Francia 258 personas. Desde entonces, se han producido diversos atentados terroristas low cost llevados a cabo por fanáticos no fichados por la policía, generalmente al arma blanca. El más grave tuvo lugar en octubre de 2019 en París. Un funcionario, convertido al islam, compró un cuchillo y mató a cuatro policías dentro de la Prefectura de París.
La fiscalía antiterrorismo se ha hecho cargo del caso y ha abierto una investigación por «asesinato en conexión con empresa terrorista».