MARTA BELVER. EL MUNDO.- Ya es noticia que los cuatro grupos políticos que componen el Pleno del Ayuntamiento se pongan de acuerdo, pero ésta es doble porque, con sus votos unánimes, han acordado asignar el nombre de Nelson Mandela a un espacio público de la capital. En cuestión de meses, el ex presidente sudafricano probablemente se ‘mudará’ a una plaza sin nombre de Lavapiés, junto a la calle Cabestreros.
La propuesta sobre la localización la ha hecho el Partido Socialista de Madrid (PSM) que, a su vez, se ha hecho eco de la petición de asociaciones como Movimiento contra la Intolerancia, promotora de la iniciativa. Y la alcaldesa, Ana Botella, ha dicho que está «de acuerdo», ya que dicho barrio es un crisol de «razas, nacionalidades y religiones».
Según la regidora, Nelson Mandela es un «ejemplo de humanidad» y «un emblema universal». «Éste será el homenaje del pueblo de Madrid a su legado, que fue la abolición del ‘apartheid'», ha subrayado la primera edil.
Por su parte, Jaime Lissavetzky, portavoz del PSM, ha destacado «la honestidad y perseverancia» del hombre que pasó 27 años en la cárcel por defender la igualdad entre blancos y negros. La asignación de su nombre a un espacio público, ha dicho, será «un reconocimiento que ya habían manifestado la mayoría de nuestros vecinos con el pesar que mostraron tras su muerte».
Ángel Pérez, de Izquierda Unidad, ha apuntado que si los asistentes a las pompas fúnebres de ‘Madiba’ se hubieran hecho eco de sus enseñanzas el mundo sería mejor. «Pero me temo que sólo entendieron al traductor», ha añadido el portavoz con sorna.
Por último, David Ortega, de UPyD, ha destacado las tres actitudes del ex jefe de Gobierno de Sudáfrica, que, a su juicio, son «perseverancia», «grandeza» y «generosidad. Y ha concluido: «No es un honor que Nelson Mandela tenga una calle en Madrid, sino que es un honor para Madrid tener una calle de Nelson Mandela».
