Los agredidos, Jasper Vernes-Sewratan y Ronnie Sewratan-Vernes, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron insultados y golpeados cuando iban camino a su casa tras una noche de fiesta
ISAAC ASENJO. EL COMERCIO.- La homofobia sigue siendo una realidad pese al largo camino hacia la normalidad que ha recorrido el colectivo de Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales (LGTBI) durante los últimos años. El pasado domingo una pareja de homosexuales holandeses recibieron una paliza por parte de un grupo de chicos de entre 14 y 20 años cuando iban de la mano por la calle, en la pequeña ciudad de Arnhem (Holanda). «Es algo que habitualmente no hacemos pese a que pueda ser una escena habitual. Es lamentable que en pleno año 2017 no puedas ir dando un paseo tranquilamente con tu pareja sin que alguien te insulte», cuenta el matrimonio en la web ‘lgbtqnation’.
El ataque ha puesto en alerta al Gobierno del país, que se encuentra negociando las posibles coaliciones tras las elecciones legislativas celebradas hace un par de semanas. Mark Rutte, liberal de derecha y ganador de los comicios, advirtió que «el Ejecutivo no admitirá este tipo de situaciones y aplicará la Ley duramente». Del mismo modo se manifestaron los liberales de izquierda, democristianos y ecologistas, que forman el resto de los grupos con los que intenta pactar.
Los agredidos, Jasper Vernes-Sewratan y Ronnie Sewratan-Vernes, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron insultados y golpeados cuando iban camino a su casa tras una noche de fiesta. Uno de ellos recibió un golpe en la cara con una llave inglesa y perdió varios dientes, según RTL Nieuws. «No pensamos que fueran a atacarnos, aguantamos los insultos, pero se lanzaron contra nosotros», dijo.
La asociación holandesa que representa a la comunidad LGTBI señaló en un comunicado que las agresiones homófobas han pasado de 400 a 600 en los últimos seis años. Sin embargo, estos ‘crímenes de odio’ quedan en la mayoría de las ocasiones impunes. Prueba de ellos es que en 2015, solo nueve de los culpables fueron sentenciados.
La agresión ha generado una ola de solidaridad en las redes sociales, además de varios gestos por parte de las autoridades holandesas. Alexander Pechtold, cabeza de los liberales de izquierda, acudió el lunes al Parlamento de la mano de Wouter Koolmees, uno de sus colegas. Posteriormente subió la imagen a su cuenta de Twitter. «Pensamos que lo normal en Holanda es no ocultarte», señaló. La foto iba acompañada del ‘hashtag’ #allemannenhandinhand, que se traduce en «todos los hombres de la mano».
Del mismo modo, Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo y ministro de Finanzas, y Lodewiijk Asscher, jefe de los socialdemócratas, compartió otra instantánea de ambos paseando por la playa.
Bajo la misma etiqueta también se han querido unir a la protesta empresas, servicios de emergencias, policías, equipos de fútbol y usuarios de Twitter e Instagram, que han compartido sus fotografías en protesta por la agresión y en apoyo a la comunidad LGTBI.
