21/09/2018 Pressenza.- Las acusaciones, inspiradas en motivos religiosos, formuladas por las autoridades de facto en Sana’a en la audiencia, se produjeron tras el reciente discurso de incitación al odio promovido por el líder de los Houthis. En los últimos años, ha habido una escalada en el nivel de actividad para oprimir a los bahá’ís yemeníes, incluyendo una sentencia de muerte en enero y detenciones masivas.
El juicio comenzó sólo con la presencia del juez, el fiscal y otros funcionarios del tribunal; ni los bahá’ís acusados ni sus abogados fueron informados de la sesión del tribunal. La siguiente audiencia está prevista para el 29 de septiembre en Sana’a, a la que el juez ha convocado a los ausentes de la primera sesión del tribunal, entre ellos varias mujeres y una adolescente.
«Los cargos son extremadamente alarmantes y marcan una severa intensificación de la presión en un momento en que la comunidad ya está amenazada y la crisis humanitaria general en el país requiere atención urgente», declara Bani Dugal, representante principal de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas.
«Tenemos motivos para estar preocupados por la seguridad de la comunidad bahá’í de Yemen. Instamos a la comunidad internacional a que haga un llamamiento a las autoridades de Sana’a para que abandonen inmediatamente estas absurdas, falsas e infundadas acusaciones contra estas personas inocentes que han sido acusadas maliciosamente por el mero hecho de haber practicado su fe».
«La manera en que los Houthis están atacando a la comunidad bahá’í de Yemen es inquietante, ya que se parece mucho a la persecución de los Bahá’ís en Irán en la década de 1980, durante la cual los líderes de la comunidad bahá’í fueron acorralados y asesinados», añadió la Sra. Dugal.
En un discurso televisado a principios de este año, el líder de los Houthis vilipendió y denunció la Fe bahá’í, intensificando aún más las persecuciones en curso contra dicha comunidad en Yemen. Abdel-Malek al-Houthi acusó a la Fe bahaí de ser «satánica», afirmó que estaba «librando una guerra de doctrina contra el Islam», e instó a los yemeníes a defender su país de los bahá’ís y de los miembros de otras minorías religiosas con el pretexto de que «aquellos que destruyen la fe de las personas no son menos malvados y peligrosos que los que matan a las personas con sus bombas».
En 2016, más de 60 personas —mujeres, hombres y niños— que participaban en una reunión educativa organizada por los bahá’ís fueron arrestados como parte de una represión masiva contra esta comunidad religiosa.
Hamed bin Haydara, miembro de la comunidad bahá’í yemení y arrestado desde 2013, fue condenado a una ejecución pública por su fe a principios de este año y ahora es uno de los seis bahá’ís encarcelados en el país por practicar su fe. Tras un largo proceso judicial y un cruel encarcelamiento de casi cinco años, se celebró una audiencia final en el tribunal en enero de 2018, en la que se impidió al acusado asistir y se le impuso la pena de muerte.
Se entiende que Abdu Ismail Hassan Rajeh, el mismo juez que presidió el caso farsa del Sr. Haydara, está supervisando el caso actual.
A pesar de la creciente presión de la comunidad internacional, seis bahá’ís siguen en prisión. Los informes indican que los Houthis están vigilando y tratando de identificar a los bahá’ís en todas las zonas bajo su control.