STEPHANIE NEBEHAY. REUTERS.- El Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió el jueves a Hungría frenar el discurso de odio de los políticos contra las minorías, incluyendo gitanos y musulmanes, y derogar una ley que permite a la policía expulsar a migrantes irregulares sin darles la oportunidad de solicitar asilo.
Además, instó al gobierno nacionalista a rechazar los proyectos de ley conocidos como el “Paquete Stop-Soros”, que daría capacidad al ministro del Interior para prohibir las organizaciones no gubernamentales (ONG) que apoyan a los inmigrantes y suponen un “riesgo de seguridad nacional”.
El proyecto de ley es parte de una iniciativa antinmigración del primer ministro Viktor Orban, que ha puesto en el punto de mira la campaña del financiero y filántropo húngaro George Soros, quien pretende reforzar los valores liberales y las políticas de fronteras abiertas en el este de Europa.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU expresó su preocupación por “la prevalencia (en Hungría) de crímenes de odio y por la incitación al odio en el discurso político, los medios de comunicación y en Internet contra las minorías, especialmente gitanos romaníes, musulmanes, migrantes y refugiados, incluso en el contexto de campañas patrocinadas por el gobierno”.
El comité emitió sus conclusiones y recomendaciones después de que sus expertos independientes revisaran el historial de Hungría en la defensa de los derechos civiles y políticos. Los resultados fueron emitidos tres días antes de las elecciones generales de Hungría.
Orban, en busca de un tercer mandato consecutivo en las elecciones del domingo, transmitió un fuerte mensaje antinmigración.
El ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, defendió las políticas de Hungría y dijo al comité de Naciones Unidas el mes pasado: “Ante todo, es una firme convicción del gobierno que el pueblo húngaro tiene derecho a vivir una vida de seguridad, sin temor a las atrocidades de los terroristas”.