La nueva ley LGTBI obligará a cambiar libros de texto y prohibirá las terapias de reversión

| 18 septiembre, 2017

La proposición de ley se debatirá en el Congreso tras dos años de preparación, y tiene como principal objetivo acabar con la cultura homófoba y garantizar amplios derechos al colectivo

PALOMA ESTEBAN. EL CONFIDENCIAL.- La próxima semana se debatirá finalmente la primera Ley de Igualdad LGTBIen el Congreso de los Diputados. El texto, impulsado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), y cuya cocina comenzó en 2015, se registró en la Cámara Baja el pasado mayo de la mano del grupo confederal de Unidos Podemos y espera recibir el apoyo de una amplia mayoría del arco parlamentario. Se trata de una ley pionera en todo el mundo y que, en palabras del colectivo LGTBI, es «más que necesaria» para que se produzca la verdadera igualdad entre todos los españoles recogida en el artículo 14 de la Constitución.

Las claves de la futura ley están llamadas a irrumpir en distintos ámbitos de la sociedad y pretenden cortar de raíz las desigualdades que hoy existen. Los ataques discriminatorios son el principal objetivo a batir, sobre todo teniendo en cuenta que los últimos informes del Ministerio del Interior sobre delitos de odio desvelan una realidad preocupante: han disminuido en todos los colectivos a excepción del LGTB. La normativa pretende lanzar medidas que protejan a las víctimas. Pero no solo: sobre todo, busca implementar un cambio cultural en la sociedad.

1. Educación y libros de texto

La educación será el pilar de la ley, según ha podido saber este diario. En palabras de Charo Alises, miembro del área jurídica de FEGLTB y una de las principales impulsoras de la iniciativa, lo fundamental es «educar a los niños en el respeto a la diversidad sexual y de género» y explicar que «existen diferentes formas de amar y de relacionarse, y que todas son respetables e igual de válidas». El primer objetivo de la normativa es combatir la homofobia cultural. «El insulto que más se escucha en los colegios es ‘maricón’. No se trata de adoctrinar, sino de educar», insiste. La idea pasa por tratar la cuestión igual que se habla de diferentes razas e ideologías e inculcar valores de respeto hacia el colectivo LGTBI.

Alumnos con mochilas en un colegio. (EFE)
Alumnos con mochilas en un colegio. (EFE)

Entre las medidas concretas, estará una firme apuesta por modificar los libros de texto de educación primaria y secundaria para que recojan la diversidad sexual, de género y familiar. «En los libros hoy en día solo se recoge un tipo de familia: madre, padre e hijo. Y esta reforma no afectaría solo a las familias homoparentales, sino también a familias que solo tienen un padre o una madre (monoparentales) o incluso a los niños que viven con sus abuelos», matiza Alises. La idea es evitar las diferencias que los niños notan entre sí al ver los ejemplos de los libros con los que aprenden. «Parece que la única familia válida es la primera y no es así. Tienen que aparecer todas las realidades».

2. Formación para las FCSE

La ley también prevé formación para las fuerzas policiales en materia de orientación sexual e identidad de género. El objetivo es que todos los cuerpos conozcan la problemática y, cuando se enfrenten a denuncias de este tipo, sepan determinar si la agresión se produce por alguna de esas dos cuestiones. Los operadores jurídicos también contarán con formación concreta al respecto. Jueces, fiscales, funcionarios y letrados de la Administración de Justicia. El área jurídica de la FEGLTB lo explica a este diario: «Muchas veces se denuncian hechos que son delitos de odio, pero en el ámbito judicial los jueces no ven esa motivación y lo tratan como una amenaza normal«.

3. La transexualidad no es una enfermedad

Que la transexualidad deje de considerarse una patología es otra de las grandes reivindicaciones de la ley. El planteamiento se enmarcará en el reconocimiento del derecho de autodeterminación de la persona y estará enfocado especialmente a terminar con los requisitos exigidos hasta ahora para acceder a determinados tratamientos, denominados disforia de género. «Si alguien se siente mujer, no tienen por qué exigirle un tratamiento médico previo ni un informe psiquiátrico o psicológico para que acceda a la reasignación de sexo y género», insiste Alises.

 

4. El matrimonio como requisito discriminatorio

Otro de los elementos más discriminatorios que existen actualmente en el colectivo LGTBI está relacionado con la maternidad. Por ejemplo, si dos mujeres que son pareja deciden tener un hijo, para que al nacer se filie al nombre de las dos madres es necesario que estén casadas previamente. Es decir, el matrimonio es requisito ‘sine qua non’, a diferencia de las parejas heterosexuales, a las que no se les pide cumplir con esta condición. En caso de que no contraigan matrimonio antes de que el bebé nazca, la madre no biológica en la actualidad debe atravesar un proceso de adopción. En la ley, también está prevista la eliminación de este requisito.

5. Reproducción asistida

La normativa también contempla el derecho de todas las mujeres a las técnicas de reproducción asistida en los centros hospitalarios públicos con este tratamiento, independientemente de su orientación sexual, así como que se garantice la atención sanitaria sin discriminación a las personas transexuales y transgénero. En el texto también se recoge la creación de una Comisión Interministerial de Políticas LGTBI, adscrita al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que pretende coordinar todas las administraciones públicas y unificar que todas las personas en España están protegidas igual, ya que algunas leyes autonómicas son distintas y hay otras cuestiones que se escapan de las competencias que las regiones tienen.

6. Prohibir las ‘terapias de reversión’

El texto también recoge la prohibición expresa de las terapias que existen en la actualidad para ‘dejar de ser’ homosexual. Según explican desde el área jurídica de la FELGTB, es posible denunciar a título individual, pero no existe legislación al respecto. Algo que urge cambiar, especialmente después del pronunciamiento del Consejo General de Psicología de España y otros organismos, que pusieron negro sobre blanco la inutilidad de esas terapias,alertando también de los perjuicios para las personas que se someten a ellas.

Charo Alises insiste en un ejemplo similar: «Si alguien va al médico y le dice que le corte el brazo, no lo hace. Si va al psicólogo a decirle que le quite la homosexualidad, él debería decir que no por una cuestión de ética y ayudarle a aceptarse a sí mismo». Este elemento legislativo también hace hincapié en la protección de menores, para evitar que existan casos en los que los padres puedan conducir a este tipo de terapias de reversión a sus hijos de menos de 18 años.

Amplio apoyo político

Aunque el martes será Unidos Podemos y, en concreto, En Comú Podem, quien defienda la proposición de ley en la tribuna, la FELGTB ha mantenido reuniones con todas las formaciones políticas a lo largo de estos meses y tiene enormes expectativas en torno a los apoyos que podría recibir. De hecho, antes de la manifestación del World Pride de hace unos meses en Madrid, los partidos —incluido el PP— firmaron un compromiso escrito para sacar adelante la ley. «Esperamos que todos nos apoyen», insisten desde la federación.

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