COPE.- La futura reforma de la Ley general de discapacidad prohibirá los actos en los que se denigra públicamente a las personas con discapacidad y destinará el importe de las sanciones que se impongan por discriminación a hacer accesibles los servicios públicos.
La futura reforma de la Ley general de discapacidad prohibirá los actos en los que se denigra públicamente a las personas con discapacidad y destinará el importe de las sanciones que se impongan por discriminación a hacer accesibles los servicios públicos.
«Vamos a convertir las barreras en escalones hacia la igualdad de derechos», ha manifestado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, en el pleno del Consejo Nacional de Discapacidad, informan fuentes de su departamento.
El Ministerio ha pedido ya en diversas ocasiones la cancelación de espectáculos como los del «bombero torero» al considerar que denigra a las personas con acondroplasia y atenta contra la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Además de recoger la prohibición de ese tipo de actos, la reforma legal busca también reforzar la seguridad jurídica y asegurar que determinados pensionistas puedan acceder al empleo, ha avanzado Belarra.
A la mesa del Consejo han llegado también este jueves la II Estrategia Española de Discapacidad 2022-2030 para ser sometida a votación, una hoja de ruta en la que han participado personas con discapacidad, familias y organizaciones, y el Plan Nacional de Prevención de Deficiencias e Intensificación de Discapacidades.
Este año verá también la luz la norma que alineará el reconocimiento administrativo de la discapacidad con las recomendaciones de la Convención de la ONU y Belarra ha garantizado que se tendrán en cuenta factores sociales y económicos y la accesibilidad de todo el proceso y se incluirán mecanismos de urgencia por razones humanitarias, para situaciones con la actual guerra de Ucrania.
En este contexto, ha ratificado el compromiso del Gobierno con las personas que huyen del país y, especialmente, con quienes tienen una discapacidad y se ven obligadas a dejar su hogar, para quienes la accesibilidad y el apoyo pueden ser «una cuestión de vida o muerte».
A España han llegado ya desde Ucrania varios grupos de personas con discapacidad, el primero de ellos acogido en Siero (Asturias).