Los impulsores del templo presentan una denuncia por los ataques del martes, obra de «una minoría que además no se atreve a dar la cara»
Restos de una cabeza de cerdo en el suelo de la lonja de Bulevar de Mariturri.
IOSU CUETO. EL CORREO.- Los desconocidos que el martes reventaron la lonja elegida para instalar una mezquita en el número 20 de Bulevar de Mariturri y arrojaron carne de cerdo y sangre por todo el local no conseguirán paralizar el plan aunque la comunidad musulmana considere que este animal es ‘impuro’. «Se limpia y punto, así de fácil», zanjó ayer el interlocutor de los impulsores del centro de culto, Mohamed Akbache. El joven aseguró que a pesar del «intolerable» ataque, la Asociación Cultural Árabe Al Mohsinin no renunciará a los trámites que ha iniciado para reubicar el templo que ocupa ahora en el número 30 de la calle Teodoro González de Zárate, que se ha quedado pequeño. «Tirar la toalla ahora sería darle la razón a estos impresentables. Ante todo, pedimos calma. Nosotros apostamos por una convivencia pacífica y los que han hecho esta barbaridad son una minoría que, además, ni siquiera se atreve a dar la cara. Son anónimos y muy poco valientes», remachó.
Akbache, que comunicó que los impulsores de la mezquita han presentado una denuncia por el asalto ante la Ertzaintza, pidió a los vecinos de Mariturri que eviten los prejuicios y no hagan caso a los detractores del proyecto, que también buzonearon folletos contra el plan en la zona. «Esto sólo puede entenderse desde el desconocimiento hacia nuestra religión. Y nos anima a hacer autocrítica, tenemos que informar más y mejor de lo que hacemos en las mezquitas. Yo rezo a diario, me siento vitoriano y también hablo euskera, entre otros idiomas. Es injusto que algunos nos relacionen con problemas o incluso con el terrorismo radical», añadió. Akbache aclaró que el grupo que inaugurará el centro de culto se ha visto reforzado porque «la asociación de vecinos Zabalgana Batuz y el Ayuntamiento nos apoyan». A ellos se sumaron ayer los colectivos SOS Racismo, Atawasol, Ongi Etorri, Kaddour Sbai y Ayoub El Bachiri, que manifestaron su «repulsa» por un ataque que consideraron «una provocación en toda regla».
«Convivencia»
Los respaldos llegaron también por parte del lehendakari y del alcalde. Iñigo Urkullu dijo que lo ocurrido en Mariturri «produce perplejidad y vergüenza. Tenemos un largo pero apasionante camino por recorrer en materia de respeto a las personas». Gorka Urtaran se ofreció a favorecer el diálogo y «lograr la convivencia pacífica entre los vecinos del barrio y la comunidad musulmana».
Ya de madrugada, los colectivos Almouhsinine, Al-Indimay, Annour, Asunna, Alqods, Assalam y Alhouda, que forman la Plataforma de Asociaciones Musulmanes de Vitoria, hicieron público un comunicado de repulsa al ataque. En él se reafirman en los explicado por Akbache a EL CORREO e insisten en la idea de que «el ataque ha sido perpetrado por un colectivo minoritario de personas irrespetuosas, intolerantes y poco o nada concienciadas con la realidad intercultural de esta nuestra ciudad». Además, recuerdan que «este tipo de actos contra la libertad religiosa generan un sentimiento de pena en nosotros ya que no comprendemos que en el siglo XXI, y en una ciudad como Vitoria, todavía exista gente con esta mentalidad retrógrada de la Vieja Europa»
