La Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte abrió, durante la temporada 2016/2017, 1076 expedientes sancionadores. 13 de ellos por xenofobia y racismo. Movimiento contra la Intolerancia denuncia que hay más racismo y más agresividad en los recintos deportivos
CADENA SER.- “Tenemos a Dylan, tenemos a Ming, tenemos a Candela…”. Pete es el entrenador de los benjamines del Dragones de Lavapiés, un club de fútbol madrileño, compuesto, entre todas sus categorías, por jugadores de más 30 nacionalidades…“.
El racismo, en el futuro, espero, esperamos todos, que va a ser un concepto tan raro…”. Ese es el futuro por el que trabaja este modesto club, pero en la actualidad según denuncia Esteban Ibarra, de Movimiento contra la Intolerancia, el racismo y la violencia permanecen en nuestros recintos deportivos: “Nosotros estamos detectando un repunte muy serio a lo largo de todo este año. Hemos hecho una evaluación que finalizaremos en diciembre y nos da la impresión de que ha habido un deterioro importante. Hay más racismo, hay más agresividad, hay daños a la dignidad de las personas, se insulta por cualquier cosa, especialmente a los árbitros y a cualquier jugador del equipo contrario…”.
En la temporada 2016/ 2017, la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte abrió 1076 expedientes sancionadores. 13 de ellos, por xenofobia y racismo. Cifras que impactan cree el director general del Consejo Superior de Deportes, Mariano Soriano, pero… “Los números parece que son muy impactantes, pero realmente ha sido eficaz este trabajo. La valoración es que se han reducido mucho las sanciones por actos violentos, intolerantes o de carácter racista en el ámbito deportivo. Lo cual quiere decir que es una buena forma de actuar”.
La lucha contra la violencia en el deporte se plasmó en 2007 en una ley que prevé sanciones para estos comportamientos. Un año antes, en 2006, dio la vuelta al mundo uno de los casos más flagrantes de xenofobia en nuestra liga. Samuel Eto’o amenazaba con abandonar un partido de fútbol ante los insultos racistas que estaba recibiendo. Junto a él, en el Barcelona, jugó aquel encuentro Ronaldinho, que en las últimas semanas ha mostrado su apoyo a Jair Bolsonaro, candidato a la presidencia de Brasil, conocido por sus declaraciones racistas. “No debemos pensar que lo que sucede en otros países no va a suceder nunca en nuestro país y que estamos inmunes” explica Ibarra.
En España, el apoyo a un partido legal no es, en ningún caso, punible, pero como recuerda el director general del CSD. “Lo que sí puede a lo mejor ser sancionable es hacer declaraciones públicas claramente favorables a la xenofobia y al racismo, pero eso, claro, tiene que estar tipificado y tiene que estar muy, muy ajustado”. Así lo contempla la legislación aprobada en 2007, sin obviar que también se podría incurrir en un delito de odio, castigado con prisión.
Una violencia latente también ahora en las redes sociales. Según el estudio realizado por la Cadena SER en el marco de la campaña #SinRespetoNoHayJuego un 19,6% de los comentarios durante los encuentros de fútbol son violentos. Violencia a erradicar dentro y fuera de los campos para la que el CSD prepara ya diferentes estrategias. “Creo que es muy importante hacer estrategias educativas y preventivas de este tipo de conductas porque ahí es donde realmente se puede atajar el problema con mayor eficacia todavía”.
Medidas para llegar además al deporte no profesional, donde según la Guardia Civil, se produjeron 262 incidentes durante la campaña 2016/ 2017. Estrategias que para Movimiento por la intolerancia deben remarcar un aspecto. “Tomarse muy en serio la aplicación rigurosa de la ley, sobre todo en el ámbito preventivo. Y en el ámbito preventivo implica hacer cambios en la formación de los entrenadores, implica hacer cambios de cara a los clubs…” En definitiva, educación y cumplimiento firme de la ley, para poder seguir cantando gol en un entorno libre de todo tipo de violencia.
