La Federación de gais y lesbianas busca emular a la Premier y colocar cordones arcoíris en las botas de todos los futbolista, pero la LFP se niega. Rayo, Racing y Leganés han aceptado la propuesta, junto a Sául y Raúl Jiménez del Atlético y múltiples clubes de Segunda B y Tercera. Mientras Madrid y Barcelona no han dado respuesta, el Valencia negocia adherirse, aunque teme que los cordones dañen el calzado.
JAVIER SÁNCHEZ. EL PAÍS.- Hace un año, la Asociación Italiana de gais y lesbianas (Arcigay) propuso a los futbolistas de la Serie A que, en la 25ª jornada de la anterior temporada, utilizarán cordones arcoíris. «Patea la homofobia», resumía el eslogan de la inédita campaña, que explicaron a través del correo electrónico a más de 500 jugadores. Respondió sólo uno. El centrocampista del Cagliari Daniele Dessena cambió la decoración de sus botas frente al Inter y con ese simple gesto revolvió la apatía general: los insultos que recibió en Facebook ‘obligaron’ a sus compañeros a adherirse a la iniciativa y ésta se internacionalizó.
Al empezar este curso, la Premier, siempre atenta, ejemplar en estos casos, asumió la idea como suya y, a través de la Asociación Stonewall, le dio sentido. Clubes de la relevancia del Arsenal o el Manchester City colorearon su calzado en la cuarta jornada y, es más, ayudaron de diversas formas a difundir el mensaje. Con su ayuda, las cifras acabaron siendo considerables: en el país británico, más de 1.000 futbolistas profesionales mostraron sus cordones arcoíris y, sólo vía web, se acabaron vendiendo más de 100.000.
Este fin de semana, la campaña llegará a España, pero, muy al contrario que en Inglaterra, lo hará de forma modesta. A principios de mes, la impulsora, la Federación Estatal de gais y lesbianas (FELGTB), intentó que la Liga se adhiriera al proyecto y la respuesta, conocida la falta de sensibilidad de la competición, fue la esperada. «Nos dijeron que tienen una ‘política restrictiva con este tipo de campañas’, pero anteriormente han actuado contra el racismo o las drogas. Contra la homofobia, nunca», explica a EL MUNDO Rubén López, responsable de la idea bautizada como ‘la Liga Arco Iris’.
«En el fútbol la homosexualidad es tema tabú. ¿Cómo puede ser que entre los miles de jugadores europeos no haya ningún gay declarado? Con esta iniciativa buscamos romper el miedo al rechazo tanto por parte de los compañeros como de los aficionados», añade el miembro de FELGTB, que, eso sí, celebra que clubes y futbolistas se hayan unido a la propuesta por sí solos. En la próxima jornada, todos los jugadores del Rayo Vallecano, el Racing y el Leganés lucirán las cintas de colores, así como Saúl y Raúl Jiménez del Atlético y miembros del Getafe y entidades de Segunda B o Tercera como el Murcia, el Cádiz o el Hércules.
La Federación se encuentra en negociaciones con el Valencia, que considera que el cambio de cordones podría provocar algún problema en el calzado, pero sigue sin obtener respuesta de los dos ‘grandes’. «Ni Real Madrid ni Barcelona nos han dicho nada. También hemos tenido algún caso triste: algún futbolista que quería ayudar, pero su club se lo ha impedido», anota López sin querer dar nombres ni dejar de mirar al móvil: esperar recibir alguna adhesión tardía antes del inicio de los partidos el sábado.
