El TJUE recuerda al Gobierno de Orbán que nadie puede ser detenido “sin la adopción previa de una decisión razonada»
LLUIS PELLÍCER. EL PAÍS.– Hungría deberá revisar la situación en la que se hallan los demandantes de asilo que se encuentran en la zona de Röszke, en la frontera con Serbia, y liberarlos si no hay base para su detención. Tras examinar los casos de ciudadanos afganos e iraníes a quienes Budapest rechazó dar protección, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sentenciado que su permanencia en esa zona es ilegal al contravenir el derecho comunitario. El fallo, celebrado por organizaciones defensoras de los derechos humanos, ha sido calificado de “decepcionante” por el Gobierno húngaro.
La Corte de Luxemburgo dirimió este jueves los casos presentados por solicitantes de asilo afganos e iraníes que llegaron a Hungría a través de Serbia para pedir asilo en la zona de tránsito de Röszke. Sus peticiones, sin embargo, fueron consideradas “inadmisibles” por las autoridades húngaras, que les instaron a volver a Serbia, que se negó a readmitirlos. Según relata el fallo, Budapest no reexaminó su caso, sino que se limitó a cambiar su destino al de su país de origen. Los demandantes de asilo apelaron a la justicia húngara y, desde entonces, se encuentran detenidos en esa zona fronteriza.
El TJUE considera que esas personas se hallan detenidas en Röszke. No se trata solo de una “restricción” a sus movimientos, argumenta el juez, sino que esos ciudadanos permanecen “aislados” respecto al resto de la población. No pueden entrar en el país y tampoco volver a Serbia, puesto que eso les expondría a sanciones y a “perder toda oportunidad para obtener el estatus de refugiado en Hungría”. El tribunal fija ahí las condiciones que, a su juicio, pueden justificar una detención. Y señala que “ni un solicitante de protección internacional ni un nacional de un tercer país que sea sujeto de una decisión de retorno puede ser detenido únicamente por el hecho de que él o ella no puede satisfacer sus propias necesidades”. La legislación comunitaria, prosigue, impide que las personas sean detenidas “sin la adopción previa de una decisión razonada que ordene esa detención y sin que la necesidad y la proporcionalidad de tal medida haya sido examinada”.
El tribunal considera asimismo que los solicitantes de asilo no podrán permanecer detenidos más de cuatro semanas desde que presenten su solicitud. En el caso de los nacionales de terceros países que son objeto de una decisión de retorno, su detención no puede exceder los 18 meses y debe ser mantenida solo mientras la preparación de la devolución esté en marcha. Por lo tanto, el TJUE considera que la decisión de las autoridades húngaras es “contraria al derecho de la UE”, por lo que el tribunal nacional debe liberar de inmediato a esas personas o hallar una medida alternativa a la detención.
El Gobierno húngaro ha calificado el fallo de “decepcionante” y acusado a la UE de querer obligarle a dejar entrar migrantes, informa Efe. “Armoniza con la voluntad de Bruselas de que no defendamos nuestras fronteras con vallas y de que dejemos entrar en el país a los inmigrantes”, ha señalado el ministro de Gobernación, Gergely Gulyás, en una rueda de prensa virtual.