La jueza solo ve injurias y no odio en los insultos homófobos a una pareja gay en un asador de Cizur.

, , | 28 octubre, 2022

Noticias de Navarra.- Impone sendas multas a las condenadas por injurias con agravante de discriminación sexual por el incidente al comer en un asador el día de Reyes de 2021.

La jueza de lo Penal número 3 de Pamplona ha descartado que sea un delito de odio las agresiones verbales sufridas por una pareja gay que estaba comiendo el día de Reyes de 2021 en un asador de Cizur y fueron insultados por dos mujeres, comensales del local y de origen ucraniano y paraguayo. La Fiscalía pedía dos años de prisión para cada una de ellas por delito de odio, pero la jueza ha rebajado la condena a un delito de injurias en el que aplica la agravante de discriminación por motivos de orientación sexual. Así, condena a las procesadas al pago de una multa de 2.100 euros en el caso de una de ellas y de 1.650 euros en el otro. Ambas deben indemnizar con 3.000 euros a una de las víctimas.

Los hechos ocurrieron cuando las dos víctimas, una pareja gay, se sentó a comer el 6 de enero de 2021 en un asador de Cizur en una mesa contigua a la de las acusadas que, al parecer, habían bebido en abundancia y estaban causando un gran revuelo en el salón. En un momento dado, uno de los chicos se levantó de la mesa y besó a su pareja, a lo que las acusadas respondieron con el comentario: “Mira esos dos cómo se besan, son maricones”. Luego, las procesadas siguieron molestando al resto de la clientela y alterando el ambiente, por lo que uno de los chicos se giró y pidió a las acusadas que se callaran. La procesada de origen ucraniano le respondió: “Si no puedes oír, te jodes, gordo de mierda; perdona cállate gordo de mierda, maricón tenías que ser y español tenías que ser”, “si eres un infeliz no es nuestra culpa, gordo”.

Lejos de poner fin a esta actitud, minutos después, la acusadas se levantaron de su mesa y se dirigieron a la pareja para“me va a mandar a mi callar unos maricones de mierda, encima españoles tenían que ser”. Acto seguido, con ánimo de denigrar nuevamente, se aproximó a uno de ellos sin respetar distancia alguna a pesar de la situación sanitaria por la pandemia de Covid y coreada por su compañera le dijo, “maricón, gordo, gilipollas”. Debido a que personal del establecimiento solicito a las acusadas que se comportaran y cesaran de insultar e increpar dijo a éste último “no tengo culpa de que seáis homosexuales y no siento que tenga que pediros disculpas por ello”. A partir de ahí se avisó a la Policía Foral, que las sacó del local.

La jueza argumenta que “en el caso que nos ocupa, las encausadas no dirigieron sus ataques a la pareja que comía a su lado por el hecho de ser homosexuales. Sus insultos fueron dirigidos a uno de los chicos, que recibió una insólita respuesta por ser quien se levantó y pidió a las encausadas que bajaran la voz, por ser quien se puso de pie para recriminar su conducta y quien finalmente terminó llorando ante la lamentable situación vivida”.

De ahí, que la jueza entienda que no se trate de un delito de odio, sino de injurias, al que aplica una agravante de discriminación sexual. “Fue el requerimiento de que dejaran de molestar lo que dio lugar a que se abriesen las compuertas de los improperios. Las expresiones “maricón de mierda” o “maricones” en todas sus variantes se realizaron de manera constante pero también se utilizaron expresiones como “puto gordo” o “español de mierda”. Este ataque tuvo como principal destinatario a una de las víctimas, pero no al colectivo homosexual a través de su persona. Las encausadas se metieron con la orientación sexual de la víctima (además de con su físico), pero no por su orientación sexual”.

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