El artista angloindio (y judío) arremete duramente contra las sospechas y el racismo rampante en Gran Bretaña al calor de su salida de la UE
ABC.- Ha sido una declaración que ha sorprendido a los británicos: uno de los más grandes artistas del mundo contemporáneo, el angloindio Anish Kapoor, ha dicho en una entrevista publicada días atrás en «The Guardian», que si fuera un joven musulmán, estaría tentado de irse a hacer la guerra santa con el Daesh. ¿Qué está ocurriendo en Gran Bretaña? La respuesta es el Brexit y su daño colateral, el racismo rampante que el artista ha decidido denunciar con toda dureza.
Anish Kapoor dejó su apartamento de Londres para una cita con su analista el día siguiente al referéndum en el que ganaron los partidarios de abandonar la UE. En la calle, oyó hablar a dos hombres. «Apuesto a que ni siquiera habla inglés», dijo uno. «Me di la vuelta y estaban hablando de mí. Estaba furioso». Así comienza el relato del artista, uno de los más respetados y cotizados del mundo, en el que se confiesa sobre sus sentimientos ante la deriva política de la Inglaterra de Theresa May.
El artista británico-indio de 65 años, nacido en Mumbai, ganador de un premio Turner, que vive en Londres desde los 70 y habla inglés mucho mejor que buena parte de sus compatriotas, los que alzaron a la victoria la idea del Brexit, sintió que se habían despertado en una nueva tierra. «Desde entonces, se ha dado permiso para que la diferencia, en lugar de ser celebrada, sea socavada», declara en la citada entrevista.
El pasado sábado se ha inaugurado la última exposición de Kapoor, un conjunto de espejos y otras esculturas reflectantes, algunas inspiradas en Lewis Carroll, en Pitzhanger Manor, en Londres. De ahí que el diario británico lo entrevistara. Pero al igual que Alicia, Gran Bretaña ha atravesado el espejo hacia la oscuridad. Y eso que Kapoor está hecho a las polémicas. Algunas de sus obras han recibido ataques, como una escultura que fue pintada con grafitis antisemitas.
Pero la sensación de estar disminuido por el color de su piel en un Reino Unido racista es una de las razones por las que Kapoor decidió hacer campaña por Shamima Begum, la joven quinceañera londinense que se unió a Daesh en Siria y ha visto morir a tres de sus hijos, uno con tres semanas. «Una de las cosas buenas de Gran Bretaña es que la gente de todo el mundo vivía aquí, razonablemente tolerante con diferentes puntos de vista», dice Kapoor. «Cada vez es menos probable que sea el caso. Estamos viendo una especie de normalidad forzada en la que tienes que demostrar que eres un verdadero británico de alguna manera que se ajusta a la agenda populista. ¡Venga! Los británicos son mejores que eso».
Kapoor no es musulmán, sino judío (nació de una madre judía de ascendencia iraquí y un padre hindú). Sin embargo, el caso de Begum resuena con él. «Hay un verdadero ansia sobre ¿quién es el siguiente? Hay una atmósfera de vilipendiar a los musulmanes por tener ideas extremistas. Si yo fuera un joven musulmán, ¿me sentiría lo suficientemente enojado como para haberme unido a Daesh? Al menos me lo pensaría», remacha el artista.