La ira contra la discriminación racial prende en Europa

, | 5 junio, 2020

Londres y París llaman a la calma ante la agresividad de las protestas. «No hay violenciade Estado instituida», advierte el Gobierno francés

YOLANDA RUIZ. EL COMERCIO.- El clamor popular para reivindicar que ‘las vidas negras importan’ ha tomado impulso en las calles de diferentes ciudades del planeta. La oleada de protestas por la violenta muerte de George Floyd a manos de la Policía en Estados Unidos ha pegado con fuerza en el corazón de Europa. Desde hace varios días se suceden las manifestaciones contra la violencia policial y el racismo tanto en Berlín como en Dublín, Londres y París, entre otros. Los disturbios y enfrentamientos entre miles de manifestantes y las fuerzas de seguridad se han saldado con la detención de hasta trece personas la noche del miércoles en la capital de Reino Unido y otras dieciocho en París y alrededores.

Pese a la prohibición expresa de las autoridades ante el estado de emergencia sanitaria que vive Francia, alrededor de unas 20.000 personas, según ha informado la Prefectura de Policía, participaron en la protesta convocada en la ciudad de la luz y alrededores. Además de mostrar su apoyo a Floyd, la convocatoria tenía por objeto denunciar la violencia policial al conocerse la autopsia de un joven negro, Adama Traoré, quien falleció en una comisaría de las afueras de París, dos horas después de haber sido arrestado en julio de 2016.

Fuentes policiales aseguraron que el lanzamiento de proyectiles les obligó a utilizar gases lacrimógenos para defenderse y reducir a los miles de manifestantes. Barricadas, ataques a una comisaría y al mobiliario urbano e incendios de bicicletas se sucedieron en una larga e intensa noche, en la que una persona también resultó herida.

Ante la violencia desatada, la portavoz del Gobierno, Sibeth Ndiaye, hacía un llamamiento a la calma y aseveraba que en Francia «no hay violencia de Estado instituida». Por su parte, el ministro de Interior, Christophe Castaner, se mostró intransigente con cualquier falta por parte de la Policía, incluidas las «expresiones racistas», y se comprometió a sancionarlas.

El asqueo de Johnson

Al igual que en París, también Londres registró escenas de tensión en una protesta fuera de lugar ante las restricciones que mantiene por la pandemia. En Downing Street, donde se ubica la residencia oficial del primer ministro británico, un agente recibió un puñetazo en el forcejeo con los manifestantes, que esgrimían pancantas contra el racismo y reivindicando justicia ante el caso Floyd, que ha agitado y «asqueado» hasta al propio Boris Johnson, «El racismo no tiene lugar en nuestra sociedad», proclamó al ser cuestionado sobre la gestión de la crisis en Estados Unidos por parte de Trump.

Su homólogo en funciones en Irlanda, donde también se han registado protestas ante la Embajada de EE UU en Dublín, lamentó ayer la «ausencia de liderazgo moral» en el país gobernado por Trump. Leo Varadkar mostró, sin citar directamente al presidente, su «auténtica repulsa» por la «dura respuesta que han recibido en algunos casos manifestantes pacíficos y periodistas».

Reconoció abiertamente que, aunque «menos obvio, el racismo aún existe. No tenemos que mirar hacia el otro lado del Atlántico para encontrarlo. Tenemos muchos ejemplos en nuestro propio país, la discriminación por el color de la piel es perniciosa», denunció este hijo de un médico indio y de una enfermera irlandesa.

En este sentido, el presidente de Brasil, donde también ha habido protestas contra la muerte de Floyd, señaló que «en Estados Unidos el racismo es un poco diferente de Brasil. Está más en la piel», apuntó Jair Bolsonaro.

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