La jefa de Misión OIM España, María Jesús Herrera, explica que no se puede ver la inmigración como una «solución» a la despoblación pero sí como «una oportunidad»
LA VANGUARDIA.- La inmigración ha «amortiguado» la despoblación en el medio rural en España aunque «no es la solución», según el Estudio ‘Situación de la población inmigrante en las zonas rurales españolas y su contribución al desarrollo rural’, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
«La inmigración se ha revelado como «un posible contrapunto para frenar la despoblación del medio rural nacional que sufre, y de manera acentuada tras la crisis económica, de un éxodo masivo a las urbes que se suma a un problema de alcance que abarca a toda la UE: la baja natalidad. Todo ello deja una población rural más empobrecida y preocupantemente envejecida. La presencia de personas de origen extranjero, en consecuencia, ha hecho de amortiguador de lo que, de otro modo, sería un impacto terrible», precisan los autores del estudio.
El informe, financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y el Fondo de Asilo, Migración e Integración de la UE, se ha presentado este miércoles 28 de noviembre en la Secretaría de Estado de Migraciones.
En esta línea, el estudio, que ha analizado la situación en zonas rurales de Galicia, Castilla y León, Extremadura y Aragón, constata la necesidad de mejorar la vida en las comunidades rurales no solo para los locales sino también para atraer a la población extranjera.
Para ello, los autores del informe, proponen, entre otras medidas, diseñar campañas informativas así como ofrecer paquetes de prestaciones (facilidades en el alquiler, cursos de formación profesional, etcétera) abiertos a la población en general. Asimismo, subrayan la importancia de garantizar el acceso a los servicios básicos como salud y educación.
Participación de la mujer rural
Así lo ha indicado una de las autoras del documento, Ruth Ferrero, quien ha destacado asimismo la necesidad de identificar innovaciones para mejorar la productividad en las zonas rurales, así como de garantizar la participación de mujeres y jóvenes en unas regiones que están masculinizadas.
También recomienda identificar aquellos territorios donde pueda residir población refugiada para facilitar su incorporación. «Podrían desarrollarse proyectos ad hoc de reasentamiento en el ámbito rural cruzando las necesidades de los territorios con los deseos y habilidades de la población refugiada», proponen.
La directora general de Integración y Atención Humanitaria de la Secretaría de Estado de Migraciones, Estrella Rodríguez, ha apuntado que es necesario diseñar «una política pública global para mantener a la población en la zona rural con unos empleos estables y con una serie de servicios públicos importantes». En ese contexto, ha añadido que «la población inmigrante puede ser también un elemento muy positivo».
Un país de asilo y refugio
Rodríguez ha indicado que este estudio les aporta unos elementos de trabajo interesantes en estos momentos en que el Ministerio va a elaborar una nueva estrategia de integración teniendo en cuenta el nuevo panorama de la migración. Según ha precisado, la situación ha cambiado y ahora España se ha convertido en «un país de asilo y refugio», por lo que considera que las políticas de integración han de adaptarse a este nuevo contexto.
Según ha recordado, con el anterior gobierno socialista pusieron en marcha dos planes estratégicos pero acabaron «en un cajón». «Ahí había políticas de integración muy consensuadas, pero tenemos que hacer un nuevo diagnóstico porque el contexto ha cambiado. Ahora estamos viviendo una realidad de personas con un proyecto migratorio maduro, incluso muchas nacionalizadas, y a la vez con personas que están llegando y solicitantes de asilo».
Precisamente, preguntada por los solicitantes de asilo que han tenido que hacer largas colas en Madrid para pedir cita, Rodríguez ha explicado que «el proceso de formalización es competencia del Ministerio del Interior», con el que están hablando para hacerle propuestas. Además, ha añadido que han generado «muchas plazas en los últimos meses, tanto de ayuda humanitaria como de asilo».
«Contamos con 9.000 plazas de acogida y estamos acogiendo a las personas que están en la calle en Madrid pero es verdad que es una red que exige que hayan formalizado su situación de asilo», ha concretado.
Acerca del barco pesquero de Santa Pola con doce inmigrantes a bordo, a los que rescató del mar cuando viajaban en una patera el pasado jueves a 80 millas al norte de Libia, la directora de Integración y Atención Humanitaria de la Secretaría de Estado de Migraciones ha indicado que no tiene «nada que decir» porque «ya se ha pronunciado el Gobierno».