La humanidad entera amenazada por el coronavirus, la ONU lanza un plan global

| 25 marzo, 2020

Se necesitan más de 1.900 millones de euros para ayudar a los países más vulnerables contra la pandemia

BELÉN HERNÁNDEZ. EL PAÍS.- Una crisis global con soluciones para todos. «La Covid-19 está amenazando a toda la humanidad, por eso toda la humanidad debe defenderse». Así lo anunciaba el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que ha hecho un llamamiento este miércoles a movilizar algo más de 1.900 millones de euros con el fin de poder dar asistencia a los países más vulnerables para hacer frente a la pandemia del coronavirus. Guterres ha advertido, en el lanzamiento de la petición, de que las respuestas individuales de los países no serán «suficientes» frente a esta crisis. A la media humanidad que se encuentra confinada en sus casas se unen planes económicos que apoyen a los más débiles.

Asimismo, se buscará establecer puentes aéreos y centros en África, Asia y América Latina para llevar a los trabajadores humanitarios y suministros a donde más se necesitan. «Hay que ayudar a los más vulnerables entre los vulnerables, los millones y millones de personas que tienen menor capacidad de protegerse», añadía el secretario general de la ONU, «ya que es una cuestión de solidaridad humana básica y es crucial para combatir el virus», recalcaba Guterres. En la conferencia ha estado arropado por el secretario general adjunto de asuntos humanitarios, Mark Lowcock, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore.

El virus, propagado en países con sistemas de salud débiles

El director de la OMS ha incidido en que el virus se está propagando en países con sistemas de salud débiles, incluidos algunos que ya se enfrentan a crisis humanitarias. «Esos países necesitan nuestro apoyo, por solidaridad, pero también para protegernos a todos y ayudar a reprimir esta pandemia», ha defendido Tedros. A 25 de marzo, hay 2.405 personas contagiadas, 65 muertos y 180 recuperados en África. El virus ya está presente en 44 países de los 55 del continente africano, siendo Sudáfrica el más afectado, con 709 casos. Le siguen Egipto, con 402, y Argelia, con 264.

En la misma línea de Guterres se ha pronunciado Lowcock, que ha subrayado que el coronavirus está llegando ahora a lugares donde la gente vive «en zonas de guerra, tiene dificultades para acceder a agua limpia y jabón, y no tiene ni siquiera la esperanza de una cama de hospital si enferma gravemente». India, la región más densamente poblada del mundo, sumaba 1.530 infectados, en la mañana del martes 24 de marzo, y 26 muertos, en la misma mañana que el presidente Modi anunciaba más medidas y e imponía en treinta estados indios el aislamiento forzado, incluido Maharashtra, cuya capital es Bombay.

El jefe humanitario de la ONU ha esgrimido que abandonar a los países más pobres y vulnerables del mundo a su suerte sería «cruel e imprudente». En este sentido, ha incidido que si el coronavirus se propaga por estos países se pondría en alto riesgo a millones de personas, «regiones enteras se sumirían en el caos y el virus tendría la oportunidad de dar la vuelta al mundo».

Lowcock ha advertido de que al margen de proteger a los propios ciudadanos, también hay que tener la vista en lo que pasa fuera ya que «no protegerán a su propia gente si no actúan ahora para ayudar a los países más desfavorecidos.

Los niños, las víctimas ocultas de la pandemia

Por su parte, la jefa ejecutiva de Unicef Henrietta Fore ha resaltado que los niños son «las víctimas ocultas» de la pandemia de la Covid-19. «El confinamiento y el cierre de escuelas están afectando a su educación, a su salud mental y al acceso a servicios básicos de salud», ha subrayado. Desde Unicef se advertía este martes que en América Latina y el Caribe, alrededor de 154 millones de niños y niñas, más del 95% de los matriculados, se encuentran temporalmente fuera de las escuelas cerradas a causa de la pandemia. «Sabemos por experiencia que, en el caso de los niños vulnerables, cuanto más tiempo estén fuera de la escuela, menos posibilidades tienen de volver», aseguraba Fore.

Otra de las mayores preocupaciones de la Agencia de Naciones Unidas para la Infancia en esta crisis sanitaria global es la falta de acceso a servicios de agua e higiene. El lavado de manos con jabón es una de las herramientas fundamentales en la lucha contra el COVID-19. El 40% de la población mundial, es decir, 3.000 millones de personas no tiene en su casa una instalación para el lavado de manos con jabón, según cifras de Unicef. Además, más de un tercio de las escuelas de todo el mundo y la mitad de escuelas de los países en vías de desarrollo no tienen un lugar en el que los niños y niñas puedan lavarse las manos.

El cierre de las escuelas no se limita, como ha apuntado Fore, al acceso al aprendizaje, sino también el acceso a la nutrición en la escuela, los programas de salud, el agua limpia y la información adecuada. En esta línea, ha advertido de que los riesgos de «explotación y abuso son más altos que nunca», tanto para los niños como para las niñas, subrayando también el impacto que la pandemia tendrá para los niños desplazados y que viven en países en conflicto. «No debemos defraudarles», ha reclamado.

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