La Voz de Galicia.- Los hechos tuvieron lugar en la parroquia de Vilaboa y los lesionados acabaron con huesos rotos y mordeduras en distintas partes del cuerpo.
La Guardia Civil de Ferrol está investigando el grave incidente registrado la noche del pasado sábado en una fiesta patronal en la parroquia valdoviñesa de Vilaboa, en la que residen poco más de cien habitantes.
Siete jóvenes de Cedeira de entre 17 y 27 años tuvieron que ser trasladados al hospital Arquitecto Marcide de Ferrol para ser asistidos de las lesiones que presentaban. Uno de ellos resultó con una fractura en una pierna y una herida en un dedo de una mano causada por un mordisco y que requirió la aplicación de 27 puntos de sutura; otro tiene una brecha en la frente que necesitó 15 puntos; otros sufrieron fractura de los huesos de la nariz y desplazamiento del tabique nasal; otro rotura del tímpano; y otro lesiones en los huesos de la órbita de un ojo.
El hermano de uno de los agredidos manifestó a este periódico que, según pudieron averiguar después, los supuestos autores son un grupo de cinco o seis jóvenes que residen en Ferrol, a los que ni siquiera conocían de vista. Sobre la una y media de la madrugada, los miembros del grupo al que atribuyen las agresiones comenzaron a golpear uno a uno a las víctimas, que no estaban todas en pandilla, aunque sí se conocen porque son todos vecinos de Cedeira.
Los servicios de Emerxencias Sanitarias de Galicia del 061 realizaron dos servicios esa madrugada para trasladar al hospital Arquitecto Marcide a tres de los heridos de 25 y 26 años y a otro menor de edad. A unos la ambulancia los recogió a las cuatro menos diez de la madrugada y a los otros a las seis menos veinte, ya que, al parecer, las palizas individualizadas se sucedieron durante gran parte de la noche. Los restantes lesionados fueron llevados al hospital en coches de familiares o amigos.
Según los denunciantes, uno de los presuntos agresores también fue trasladado al hospital en una ambulancia, porque se cortó con una botella rota con la que, supuestamente, había golpeado a alguno de los chicos de Cedeira.
La comisión vecinal de las fiestas de Vilaboa manifestó a este periódico su indignación por lo ocurrido, señalando que ellos supieron de una pelea dentro de la carpa y varias fuera, por lo que avisaron a la Guardia Civil y acudieron dos vehículos, pero desconocían el alcance de lo ocurrido. «Esta é unha parroquia moi pequena, con pouco máis de cen veciños, e costounos moito traballo organizar a festa, para que despois pasen estas cousas, apuntaron.