El Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca insiste en su ofrecimiento al Govern ante el colapso del hospital de referencia del municipio
HÉCTOR MARÍN. EL MUNDO.- El Govern ha frenado la apertura del hospital de campaña montado por la Guardia Civil en Sant Andreu de la Barca (Barcelona). La consejera de Salud, Alba Vergés, sostiene que el espacio «no cumple con las necesidades que tiene hoy el sistema de salud del municipio». El hospital de referencia de Sant Andreu de la Barca es el de Martorell, donde la situación es preocupante: tiene 193 casos de coronavirus, de los que 112 corresponden a sanitarios que denuncian la falta de materiales de protección.
El Ayuntamiento, liderado por Enric Llorca (PSC), insiste a la Generalitat en su ofrecimiento y dice que tiene disponibles tanto el hospital de campaña del polideportivo como un hotel medicalizado. La actitud del Govern ha sido censurada por una asociación de la Guardia Civil.
Sant Andreu de la Barca alberga desde 1992 la sede de la Comandancia del Instituto Armado en Cataluña. Hasta el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, la Guardia Civil y la población habían estado en sintonía. Hace unos días, el Ayuntamiento levantó un hospital de 140 camas en el polideportivo municipal en colaboración con efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Barcelona, el Grupo de Reserva y Seguridad y la ONG Médicos sin Fronteras. La ayuda y el material fueron cedidos por el Instituto Armado.
La localidad cuenta con un segundo centro con 47 camas en un establecimiento medicalizado, el hotel Bristol. Los dos equipamientos están dotados de material sanitario para atender a los enfermos de coronavirus, según fuentes municipales. Cuentan, además, con personal para atender a unos pacientes que por el momento no llegan.
La máxima responsable de la sanidad catalana menosprecia las instalaciones montadas en Sant Andreu de la Barca. Tal y como esgrimió la semana anterior para justificar que la Generalitat no iba a abrir el hospital de campaña habilitado por el Ejército en Sabadell, Vergés afirma que «es importante trabajar las cosas bien y, sobre todo, según las necesidades del sistema de salud». De esta manera, en Sant Andreu de la Barca no se pondrá en marcha ninguno de los dos equipamientos temporales como los que han entrado en funcionamiento en Barcelona y Sabadell, entre otros municipios catalanes.
La negativa de la Generalitat a abrir los centros habilitados por el Ayuntamiento de Sant Andreu de la Barca coincide con la situación de colapso del hospital de referencia del municipio. Al menos 112 sanitarios han resultado contagiados en el Hospital de Martorell, que denuncia la falta de material de protección, especialmente de batas impermeables. El personal ha compartido fotos en las que aparecen vestidos con bolsas de basura negras. Según fuentes sindicales, «unos días faltan batas; otros, mascarillas».
El alcalde de Sant Andreu de la Barca elude hacer declaraciones porque prefiere no alimentar la polémica, pero el Ayuntamiento ha vuelto a transmitir a la Generalitat que tiene «disponibles» los dos centros con material sanitario. «Desde el primer momento ha sido así», precisan fuentes municipales. «Reiteramos nuestra disposición a colaborar con Salud con la finalidad de contribuir al bienestar de la población», abundan, ante el rechazo de la Generalitat. «Por encima de las posibles diferencias entre administraciones y organismos, debe prevalecer el bienestar de la ciudadanía», subrayan desde el Ayuntamiento, que insiste en que los dos hospitales de campaña habilitados cuentan con «el mismo plan funcional, redactado por el mismo equipo, que el hotel medicalizado de Martorell que ha entrado en servicio esta semana».
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) exige a la Generalitat que agilice la apertura del hospital de campaña de Sant Andreu de la Barca. De lo contrario, la entidad reclamará que intervenga el Gobierno. Según su portavoz, Juan Fernández, «en momentos de una crisis sanitaria y una emergencia social donde se está solicitando el apoyo de toda la ciudadanía, es precisamente una administración la que muestra una actitud incívica que no es acorde a la situación de emergencia que estamos viviendo».
