La Fundación Ideas del PSOE ha advertido de la extensión de la xenofobia a través de la contaminación del discurso político y ha alertado de que la crisis relega a un segundo plano la cohesión social, la igualdad y los valores democráticos.
El organismo que dirige el diputado socialista Jesús Caldera ha presentado un estudio titulado «El avance de la xenofobia en Europa», en el que examina el «preocupante» aumento de estos sentimientos, reflejado en el creciente ascenso de partidos claramente xenófobos en el panorama europeo.
También se analiza la «débil» respuesta de los partidos tradicionales a esta «amenaza», lo que se achaca al temor a perder apoyos de la opinión pública.
Según este informe, «el mensaje antiinmigración y discriminatorio», que se mantenía dentro del espectro de las fuerzas «extremistas y ultraderechistas», va ganando espacio al ser «adoptado o adaptado» por otros partidos, sobre todo conservadores.
Hasta el momento -dice- ni las instituciones ni los partidos políticos han conseguido ofrecer alternativas eficaces que frenen el progreso de los extremismos populistas, sino que más bien se ha producido la respuesta contraria, pues al adoptar parte del discurso han fortalecido el avance de la xenofobia en las sociedades europeas.
Para la Fundación Ideas, la xenofobia recorre de manera transversal todos los elementos que estructuran el discurso populista y extremista en torno a pérdidas económicas y de identidad.
«Los actores tradicionales -subraya- no deberían permitir que el debate político se centre únicamente en dichos aspectos, que se adentran en el peligroso juego del preferencialismo, lo que permite establecer prioridades entre personas y expandir las reglas de populistas y extremistas».
Bajo el argumento de la crisis y las prioridades derivadas de ella, señala la Fundación del PSOE, se olvidan cuestiones de fondo necesarias y fundamentales como la cohesión social, la igualdad, los valores democráticos y los derechos humanos.
Así las cosas, el estudio apuesta por recuperar «la visión integral» en las propuestas políticas, superando la prioridad marcada por la perspectiva meramente economicista y, desde ahí, encarar el avance de la xenofobia.
Del análisis se desprende que la crisis social, política y económica favorece el incremento de la difusión de propuestas xenófobas, que se extienden por Europa, con representación tanto en el Parlamento Europeo como en numerosos parlamentos nacionales.
En el documento se apunta el hecho de que «los partidos xenófobos han sabido hacerse eco de preocupaciones sociales, transmiten mensajes simples muy claros y han ido estableciendo redes con movimientos sociales, lo que les proporciona contacto directo con la sociedad, unas características que muchos de los partidos tradicionales parecen haber perdido».
Además, se incide en que en la base del populismo está la crítica a los partidos políticos y a los gobiernos, por lo que su auge debería preocupar a las fuerzas políticas tradicionales que han de trabajar para poner fin a la creciente desafección política en las sociedades europeas.
«Mientras se pacten o adopten discursos propios de los xenófobos, y no se acabe con comportamientos intolerables de tal cariz, el populismo y los extremismos seguirán in crescendo», sentencia.