EFE.- «Los bebelejía son organizaciones criminales y de estafadores», dijo el periodista en su programa de radio.
La Fiscalía ha pedido a un juez de Madrid que archive una denuncia presentada contra el periodista Federico Jiménez Losantos por un delito de odio tras las críticas vertidas contra las personas no vacunadas contra la COVID-19 en su programa de radio al entender que están amparadas por la libertad de expresión.
«Los bebelejía son organizaciones criminales y de estafadores» o «Allá tu! Allá tú! A mí después de lo de Abascal me llaman asesino de mi plantilla por decir que se tenían que vacunar. No hombre no, los asesinos sois vosotros! Beber lejía! Beber lejía!» fueron algunas de las manifestaciones que fueron objeto de la denuncia.
Según informa en un comunicado el ministerio público, la Fiscalía Provincial de Madrid cree que no hay «indicios racionales suficientes» de que el periodista cometiese un delito de odio y afirma que dichas manifestaciones «se encuentran amparadas en la libertad de expresión».
Por eso ha remitido un escrito al juzgado de instrucción número 25 de Madrid para que archive la denuncia interpuesta por la Asociación Liberum, que aludía a las expresiones vertidas en el programa de radio «Es la mañana de Federico» el 20 de septiembre de 2021 por parte de su presentador y de la colaboradora Isabel San Sebastián, a quien el juez ya archivó la causa.
Recuerda la Fiscalía que, al prestar declaración, ambos manifestaron que estaban haciendo uso de su libertad de expresión y Losantos afirmó que sus palabras estaban descontextualizadas, ya que «solo pretendía exponer el peligro que supone para la salud de las personas la no vacunación, pero sin pretender crear animadversión u odio hacia ellos».
La Fiscalía tampoco ve ninguna promoción de hostilidad y discriminación frente a las personas no vacunadas, «a lo que hay que sumar que no se aprecian factores de polarización de los que se pueda inferir una humillación, desprecio o discriminación por motivos ideológicos» hacia ellos, «encontrándonos ante una mera controversia sobre el uso de las vacunas y sus efectos».
Todo ello sin descartar, sin embargo, que alguna de las expresiones vertidas por el locutor «puedan tener naturaleza ofensiva o vejatoria hacia las personas que han optado por no vacunarse, pudiendo acudir, en su caso, a la vía civil para ejercitar las acciones oportunas«.