El Ayuntamiento de Barcelona denunció los insultos de «no quiero sentarme junto a tu puta cara fea» y «puta vaca fea» que un hombre gritó a una pasajera negra
ORIOL SOLÉ ALTIMIRA. ELDIARIO.ES.- El servicio contra los delitos de odio y discriminación de la Fiscalía de Barcelona ha abierto diligencias de investigación por los gritos racistas a una mujer negra que profirió un pasajero de un vuelo de Ryanair entre el aeropuerto del Prat y Londres el pasado mes de octubre, han informado a este diario fuentes fiscales.
«No quiero sentarme junto a tu puta cara fea» o «no me hables en un puto idioma extranjero, puta vaca fea”, fueron algunos de los insultos que lanzó el hombre. ElAyuntamiento de Barcelona denunció a finales de octubre el episodio racista ante la Fiscalía y valoró que el incidente podría ser constitutivo de un delito contra la integridad moral y otro contra los derechos fundamentales de la pasajera increpada.
«Resulta destacable la especial gravedad de los hechos y circunstancias de vulnerabilidad de la víctima, en tanto que se trata de una mujer de avanzada edad, de movilidad reducida, y que la agresión se produce en un espacio cerrado; sin posibilidad de salida, y con publicidad; a gritos ante el resto de viajeros», rezaba la denuncia municipal, que también censuró que la actuación del personal de Ryanair fuera cambiar de asiento a la mujer en vez de a su agresor.
«La imagen internacional de Barcelona es de ciudad abierta, de acogida y antiracista, y no permitiremos que quede manchada por actitudes de intolerancia», aseveró el teniente de alcaldía de Barelona, Jaume Asens, que invitó a la pasajera agredida a volver a visitar la capital catalana e indicó que el consistorio haría «todo lo posible para reparar el daño causado».
Entre las diligencias solicitadas por el Ayuntamiento a la Fiscalía para llevar ante el juez al agresor, figuraban requerir a Ryanair que aportara los datos completos del pasajero, tomar declaración a la víctima y al agresor como testigo mediante auxilio judicial internacional, así como la documentación de la afectación psicológica derivada de la agresión. Asimismo, se solicitó que el aeropuerto del Prat determinara la ubicación exacta del avión para determinar el juzgado competente para instruir la causa (uno español o uno inglés).
