El Correo.- El Ministerio Público apunta a la capacidad organizativa de la izquierda independentista con el crecimiento del «Movimiento Socialista».
La Fiscalía General del Estado constató durante 2021 un «repunte» de la violencia callejera en Euskadi y Navarra. La memoria del Ministerio Público, presentada este miércoles durante la apertura del año judicial, contabiliza hasta 17 casos entre ambas comunidades autónomas. Acciones como cortes ferroviarios y de carreteras, actos de enaltecimiento del terrorismo y daños públicos que, señala el documento, están «subsumidos dentro de la violencia radical de carácter independentista». En este sentido, señala las nuevas corrientes surgidas en la esfera abertzale, como el Movimiento Socialista.
La observación de la Fiscalía viene recogida en un apartado sobre «terrorismo nacional» referido a ETA. El documento diagnostica que a pesar de la disolución de la banda armada hace cuatro años, «las consecuencias de su actividad continúan evidenciándose» en la sociedad actual. De hecho, recuerda que se siguen localizando zulos con material de la organización que no estaban incluidos en los inventarios entregados por los propios miembros. En 2021, sin ir más lejos, fue descubierto uno en una cueva del municipio guipuzcoano de Ataun, donde se conservaban componentes de subfusiles, granadas, diversa munición, una emisora de radio y placas de matrícula.
El Ministerio Público menciona también la actividad judicial, con reaperturas de procedimientos derivadas de las entregas temporales o definitivas efectuadas por Francia y por el análisis de documentos y pruebas aportados por el país vecino que han sido analizados por Policía Nacional y Guardia Civil. Pero, a pesar de los avances en este campo, la Fiscalía no oculta su preocupación por el crecimiento de actos de violencia callejera. En concreto, en 2021 reportó entre Euskadi y Navarra seis cortes ferroviarios o de carreteras, cuatro actos de enaltecimiento del terrorismo, tres casos de daños públicos o privados, dos por depósito de armas, un delito de odio y una colocación de pancartas.
Al contrario que en Cataluña
La memoria, firmada por el nuevo fiscal general del Estado, Álvaro García, apunta como desafío «las nuevas corrientes surgidas en el seno de la izquierda independentista». Es aquí donde apunta al «notable crecimiento» de su capacidad organizativa y movilizadora con la creación de los ‘Kontseilu Sozialista’. Un movimiento que, según la propia Fiscalía, «ha supuesto un paso más en la articulación del Movimiento Socialista como alternativa al proyecto de la izquierda abertzale» en Euskadi y Navarra. La expansión de este movimiento disidente, protagonizado por jóvenes radicales, ha generado enfrentamientos con las organizaciones juveniles clásicas de la izquierda abertzale como Ernai.
El diagnóstico que el Ministerio Público realiza sobre el País Vasco contrasta bastante con el de Cataluña, donde retrata la situación contraria. «2021 ha sido, por distintos factores sociopolíticos, un año de exigua actividad violenta en el ámbito de esta amenaza comparado con otros anteriores», explica. La memoria alude a dos causas principales: primero, la crisis sanitaria por la pandemia del covid; y segundo, por el «descenso en la presión y movilización del independentismo radical y violento catalán».