EFE. LA VANGUARDIA.- La Federación de Fútbol italiana (FIGC) acordó este miércoles cambiar la normativa que reglamenta las medidas contra el racismo en los estadios, al decidir que, tras un primer aviso de la megafonía a los responsables, los equipos deberán regresar a los vestuarios.
La FIGC tomó esta decisión durante el Consejo Federal celebrado en Roma, adelantan los medios locales, y decidió que en casos de cánticos racistas el árbitro deberá reunir a los dos equipos en el centro del campo y que, de seguir registrándose los mismos insultos por segunda vez, deberá enviar a los jugadores a los vestuarios.
Se trata de una decisión que reduce los pasos necesarios para la suspensión de un encuentro en caso de racismo. Anteriormente, estaba previsto que la megafonía de los estadios diera dos avisos a los responsables antes de la eventual interrupción de un partido.
Eso sí, el responsable de detectar eventuales casos de manifestaciones racistas y de informar al colegiado seguirá siendo un miembro del orden público presente en los estadios.
Dicha decisión se produce después de los recientes casos de racismo registrados el 26 de diciembre en ocasión del partido de la Serie A italiana (Primera División) entre el Inter de Milán y el Nápoles.
Ese día, parte de los ultras del Inter entonaron coros racistas contra el defensa senegalés del Nápoles Kalidou Koulibaly, aunque el partido no fue interrumpido.