El partido de Marine Le Pen se sitúa seis puntos por delante del de Macron de cara a las europeas
JUAN PEDRO QUIÑONERO. ABC.– En el terreno político, las seis semanas de crisis de los chalecos amarillos anuncian un giro espectacular de las intenciones de voto hacia la derecha, instalando a la extrema derecha de Marine Le Pen en el podio del primer partido de Francia.
El último sondeo realizado por IFOP para el «L’Opinion», matutino económico, confirma las previsiones de otras encuestas, anunciando algo muy parecido a un terremoto para las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Según el estudio IFOP, la Agrupación Nacional (AN, antiguo Frente Nacional, extrema derecha), el partido de Marine Le Pen tiene hoy un 24% de intención de voto, convirtiéndose en potencial primer partido de Francia si las próximas elecciones europeas se celebrasen esta semana.
Hasta hace unos días, La República En Marcha (LREM, liberal reformista), el partido de Emmanuel Macron, todavía era el primer partido. Según las últimas estimaciones, habría retrocedido varios puntos, contando hoy con un 18% de intención de voto, situándolo en el segundo partido nacional.
Hundimiento del socialismo
El sondeo IFOP cotiza a Los Republicanos (LR, derecha tradicional) como tercera fuerza. Laurent Wauquiez, su nuevo líder, sigue sin conseguir escapar a la nostalgia y el liderazgo ausente de Nicolas Sarkozy. En cuarto lugar se situaría Francia Insumisa (FI, extrema izquierda), el partido de Jean-Luc Mélenchon, con un 9%, relegando muy atrás a la izquierda socialista y comunista tradicional. Resulta espectacular la confirmación del hundimiento histórico del socialismo francés. El PS oficial solo tiene hoy un 4,5 % de intenciones de voto, 20 puntos menos que la extrema derecha de Le Pen. Una familia socialista disidente, Generación socialista, consigue un magro 3,5 %, liderada por Benoît Hamon, el candidato oficial del PS en las pasadas elecciones presidenciales, protagonista de una histórica catástrofe.
En un terreno intermedio, Europa ecología (EE) tiene un estimulante 8% de intención de voto, nada espectacular, pero altamente simbólico: los ecologistas franceses pesan hoy un poco más que las izquierdas tradicionales. El PCF, por su parte, sigue instalado en su nueva y aparentemente definitiva condición grupuscular, con un exiguo 2,5 %, confirmado su hundimiento.
Hay otros partidos o grupúsculos de izquierda y derecha radical, como el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA, extrema izquierda), con un 1,5% de intención de voto; Francia de Pie (FdP, grupúsculo de derecha nacionalista), con un llamativo 8%.
A seis meses de las elecciones europeas, los sondeos y relaciones de fuerza pueden cambiar mucho, cómo dudarlo. Todos los especialistas insisten en este punto: los sondeos evolucionan cada día; lo importante es la tendencia. Y la tendencia parece anunciar un giro a la derecha de la Francia profunda.
El total del voto de izquierdas, que se aglutina en seis partidos -de los ecologistas a las extremas izquierdas-, apenas tienen un 29% de intención de voto. Al margen de la previsible evolución de la intención de voto, la tendencia parece anunciar una catástrofe para las izquierdas francesas, en las próximas elecciones europeas.
Cuatro partidos conservadores -del reformismo liberal de Macron a la extrema derecha de Le Pen- tienen un 61% de intención de voto, que pueden cambiar los próximos meses, sin duda.
Cambio de paisaje
Con un 8 o 10% de electores indecisos o abstencionistas, el paisaje político francés parece estar girando a la derecha de manera espectacular. El partido menos conservador, LREM del presidente Emmanuel Macron, apenas tiene un 18% de intención de voto, mientras que la derecha tradicional, la derecha nacionalista y la extrema derecha llegan a sumar hasta un 43%.
El hundimiento de las izquierdas y el crecimiento de las derechas coincide con un proceso de nuevo cuño: durante las manifestaciones de la franquicia de los chalecos amarillos han aparecido grupúsculos que están muy a la derecha de la extrema derecha tradicional (Le Pen) y muy a la izquierda de la extrema izquierda tradicional (Melenchon).
Los nuevos grupúsculos de extrema derecha reclaman una «revolución nacional», enarbolando banderas que llevan proclamas de este tipo: «Corazón Sagrado de Jesús Esperanza y Salud de Francia». Los nuevos grupúsculos de extrema izquierda quieren proclamar la «VI República». Christiane Taubira, exministra de justicia socialista, ha declarado: «El estado de las izquierdas es desesperado y desesperante».
Desde el Elíseo, Emmanuel Macron no ha dudado en comentar positivamente, ante sus ministros, el comportamiento político de Marine Le Pen, muy crítica con el gobierno, pidiendo «justicia» para los chalecos amarillos, pero menos «incendiaria» que otros líderes de izquierda y derecha que no han dudado en echar aceite a la hoguera de la gran crisis nacional.
Un duelo improbable
Macron había programado y deseado un nuevo duelo con Marine Le Pen, durante la campaña de las próximas elecciones europeas. Los sondeos confirman esa intuición básica, sin prejuzgar el resultado final.
Según el modelo político francés, la elección del presidente es un duelo a primera sangre política, enfrentando a dos personalidades. A un año y medio del duelo victorioso de Macron y a tres años y medio de la próxima elección presidencial, el duelo entre Macron y Le Pen es hoy altamente hipotético.
A más corto plazo, las elecciones europeas de mayo serán una radiografía global del «humor» y estado de opinión de la Francia profunda, que deberá elegir entre ocho o nueve partidos.