La Liga Norte endurece su discurso xenófobo, a menos de un mes de las elecciones generales.
CLARÍN.- El partido italiano de extrema derecha La Liga, parte del bloque conservador del ex primer ministro Silvio Berlusconi, prometió el cierre masivo de lugares de rezo musulmanes si gana las elecciones generales del 4 de marzo.
La promesa de La Liga, hecha pública la noche del martes, llega en medio de un debate sobre inmigración y días después de un ataque xenófobo contra inmigrantes en la ciudad de Macerata, al parecer en venganza por un asesinato atribuido a un traficante de drogas nigeriano.
“Con La Liga en el Gobierno cerraremos todos los centros islámicos ilegales y aquellos que no cumplen los principios fundamentales de transparencia, legalidad, apertura y aceptación de nuestros valores, empezando por el respeto a las mujeres”, afirmó el partido, antes conocido como Liga Norte. El comunicado abogaba inicialmente por una prohibición de todos los centros musulmanes, pero después fue rebajado. El anuncio se hizo ante la visita de este miércoles del líder de la formación, Matteo Salvini, a la ciudad de Umbertide (en Umbria), donde se está construyendo una mezquita.
“Salvini tiene razón: cerraremos los centros musulmanes ilegales. Pero primero respetemos la Constitución y permitamos la construcción de centros de oración legales, es decir, para musulmanes”, respondió Giorgio Gori, del Partido Democrático (socialdemócrata).
En 2016, el entonces ministro de Interior, Angelino Alfano, explicó ante el Parlamento que Italia tenía más de 1.200 lugares de oración en centros culturales, con una elevada concentración en el norte, base histórica de la Liga. La xenofobia parece estar en el centro de la campaña. El martes, el tres veces primer ministro italiano y referente de la coalición de centroderecha que encabeza todas las encuestas para las elecciones, Silvio Berlusconi, pidió echar del país a 600.000 migrantes porque son “una bomba social”. “La inmigración es una cuestión urgente. Hoy en Italia se cuentan al menos 630.000 migrantes, de los que sólo el 5%, o se 30.000, tiene derecho de estar aquí como refugiados o huyendo de guerras y muerte”, planteó Berlusconi en declaraciones al programa de la Rai Tg5.
“Los otros 600.000 son una bomba social pronta a explotar porque viven de delitos”, atacó el líder de Forza Italia, decidido a confrontar con la política migratoria del gobierno actual.
“Il Cavaliere” no ahorró críticas al oficialista Partido Democrático y sostuvo que “Un gobierno con autoridad debería exigir a la Unión Europea que ponga en la cancha todo su peso económicopolítico para resolver el problema”. Cada vez más en sintonía con sus socios de la xenófoba Liga Norte, Berlusconi aseveró que “el problema no es la inmigración, sino la clandestina, los 800.000 que este gobierno ha hecho desembarcar”, atacó.