Cospedal y el ministro del Interior mostraron su lógico apoyo a la líder de Vox-Cuenca, pero no criticaron los ataques en Toledo contra otras jóvenes de izquierdas
CARLOS ISERTE. EL PLURAL.- La salvaje y cobarde paliza recibida hace unos días por la líder de Vox en Cuenca, Inmaculada Sequí, ha provocado la lógica reacción de todos los partidos políticos que al unísono han unido sus voces para condenar este atentado contra la libertad ideológica y de expresión. Sequí fue brutalmente golpeada por tres individuos que le reprocharon su militancia política. Como no podía ser de otra forma, la joven ha recibido el cariño y la comprensión de sus compañeros (adversarios como ella ha reconocido) del PP, PSOE, IU, Podemos… destacando la formulada por María Dolores Cospedal, que después de un mes en paradero desconocido reaparecía para hacer público un comunicado de condena, así como el apoyo inequívoco del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Sin embargo, ambos eludieron pronunciarse cuando dos jóvenes militantes de izquierdas de Toledo y Talavera de la Reina fueron bestialmente agredidas a principios de agosto por representantes de la extrema derecha castellano-manchega, que no es la primera vez que le parten la cara a jóvenes que no confiesan con sus postulados neonazis.
Las dos acabaron en el hospital por lo mismo
Es curioso, pero la joven toledana que el pasado 31 de julio fue golpeada y arrojada por las escaleras mecánicas que acceden al casco histórico de Toledo, y que por miedo guarda su anonimato, no así su denuncia ante la policía contra sus agresores ni su voz describiendo lo ocurrido, recogida por la Cadena Ser, mantiene un asombroso paralelismo con la triste experiencia vivida por la líder de Vox en Cuenca.
A saber: Las dos fueron insultadas por su militancia política (ideológicamente antagonistas), las dos denunciaron ante la policía los hechos, ambas acabaron en el hospital para curar sus heridas de la agresión sufrida y fueron objeto de las iras de grupos extremistas que no permiten la discrepancia y la diversidad política. Pero mientras que el PP se ha volcado con Inmaculada Sequí, abandonó totalmente a la toledana.
Cospedal mezcló los toros con la agresión
Y no solo eso, María Dolores Cospedal, aprovechando que el Júcar pasa por Cuenca y que la ciudad vivió esos días un destacado festival taurino, emitió un comunicado mostrando su “más enérgica repulsa ante las agresiones que ha recibido la presidenta de VOX Cuenca”, al mismo tiempo que condenaba “con la más absoluta rotundidad este tipo de hechos denigrantes”. Cospedal mezcló las churras con las merinas y se mostró “defensora a ultranza de la Fiesta Nacional y de las libertades que ofrece el Estado de Derecho”, y todo porque Inmaculada Sequí apoyaba días antes de su agresión en Twitter el mundo de los toros. La policía, como no podía ser de otra forma, ha descartado cualquier relación entre la afición taurina de Sequí y la paliza. Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, exponía su perfil más indignado tildando de “incalificable atentado” la agresión, anunciando “la mayor diligencia” de las Fuerzas de Seguridad para esclarecer los hechos. De la paliza a la toledana el polémico ministro opusino no dijo ni mu.
Manifestación y protesta por dejadez
Cómo sería la inhibición del hombre de Fernández Díaz en Castilla-La Mancha, que varios centenares de personas se manifestaban el 8 de de agosto frente a la Delegación del Gobierno en Toledo para instar a su titular, José Julián Gregorio, a tomarse en serio estos hechos: “Solo se ha actuado cuando se han producido agresiones graves y se ha hecho de una forma insuficiente”, comentaba uno de los organizadores de la protesta, para seguidamente añadir: “hasta que la Delegación no actúe contra esta organización criminal, seguiremos viviendo en una ciudad en la que la convivencia, la tolerancia y la pluralidad están amenazadas”. Pero, claro, la agredida era de izquierdas.
Reacción de todos, menos del PP
Joven que recibió, al igual que la líder de Vox Cuenca, el apoyo del PSOE a través de la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quien no dudó en mostrar “el rechazo del Ayuntamiento y de los toledanos a este suceso y a cualquier tipo de manifestación violenta”, y su compromiso en la defensa de las libertades. Del mismo modo, Podemos, a los que Vox Málaga culpa de la agresión a Sequí, se mostró muy activo para denunciar estas agresiones, que también ha recibido la condena unitaria de los líderes regionales de UGT y de CC OO, que en rueda de prensa conjunta manifestaron su preocupación por la proliferación de episodios de violencia similares y trasladaron su apoyó tanto a Sequí como a otros jóvenes castellano-manchegos que recientemente “han sido agredidos por grupos fascistas o de cualquier otro tipo”. Y todo ello mientras que el PP aparece como único partido que utiliza dos varas de medir a la hora de condenar las agresiones sufridas por jóvenes militantes en Castilla-La Mancha. Censura sin paliativos si la agredida concurre en un partido de derechas, silencio sepulcral si ésta es de izquierdas. Así están las cosas.
