La Razón.- Los nuevos radicalizados en el yihadismo que aparecen en nuestro país son jóvenes que se hacen suyo el ideario de la guerra santa en nombre de Alá a través de las redes sociales y el resto de espacios virtuales.
La red es, como advierte la Memoria de 2024 de la Fiscalía General del Estado, uno de los principales «catalizadores», si no el fundamental, del proceso de radicalización de muchos menores en los postulados de la yihad islámica.
Los conflictos internacionales y las crisis políticas han tenido gran repercusión en la radicalización yihadista en nuestro país. De hecho, la mayoría de actos de terrorismo yihadista se produce en el mundo virtual.
El terrorismo islámico ha encontrado en los menores de edad un nicho para el desarrollo de su actividad. Su impulsividad, idealismo y necesidad de pertenencia a un colectivo los convierte en un blanco fácil para la propaganda extremista que se difunde a través de Internet, analiza el Ministerio Público en el documento.
Los grupos terroristas, se relata, utilizan evolucionadas técnicas para manipular a los menores, distorsionando su visión de la realidad y ofreciéndoles con sus doctrinas de la yihad islámica un falso sentido de la identidad y de tener un propósito en su vida.
La narrativa que les inoculan es simplista, atractiva y a través de ella les prometen un mundo idealizado donde podrán encontrar tanto la Justicia como la satisfacción personal que anhelan sentir, y muchos de ellos acaban cayendo en su intento de captación, tal y como expone la Memoria Fiscal.
En muchas ocasiones, estos comportamientos son resultado del abuso de sustancias estupefacientes y del alcohol, así como del experimentar una visión desigual y asimétrica del otro al que no se percibe como persona igual en derecho y obligaciones.