La Caravana Migrante agita la xenofobia en Tijuana

, | 19 noviembre, 2018

Las protestas a favor y en contra del Éxodo centroamericano elevan la tensión a ambos lados de la militarizada frontera

PABLO SÁNCHEZ OLMOS. EL MUNDO.- La Caravana de centroamericanos ha encontrado en Tijuana la primera ciudad mexicana hostil a su llegada. «Los derechos humanos son para los humanos derechos, entre ellos hay mariguanos y personas violentas que ponen en riesgo la seguridad de los habitantes, llegan en plan agresivo y grosero», aseguró Juan Manuel Gastélum, alcalde de la ciudad fronteriza, tras registrarse los primeros incidentes en la noche del viernes.

Su opinión sobre los integrantes de este éxodo no es diferente a la que tienen muchos de sus conciudadanos, como quedó patente en la protesta vivida este domingo. Tijuana, una ciudad acostumbrada a vivir bajo un flujo migratorio permanente, se ha convertido hoy en un lugar dividido ante la llegada de una crisis humanitaria sin precedentes en la región.

«A mí que no me provoquen porque te juro que no respondo», confiesa a El Mundo Guillermo, un taxista que asegura tener razones de peso para desconfiar de los centroamericanos. Desde el asiento delantero de su vehículo, este tijuanense recuerda cómo hace unos años, en un viaje por Estados Unidos, dos miembros de la Mara Salvatrucha le dispararon hasta en tres ocasiones «una bala en el estómago, otra en la pierna y la última en el ojo que perdí. Lo peor es que lo hicieron por pura diversión».

Al llegar a la glorieta Cuauhtémoc, escenario de la protesta contra la Caravana, Guillermo se baja del taxi para unirse a otros de sus conciudadanos «no pensaba asistir pero ya que estoy aquí no voy a perder la oportunidad de sumar fuerzas, estas movilizaciones masivas de ilegales siempre traen camufladas gente como la que casi acaba con mi vida. En Tijuana somos gente abierta y tranquila, pero todo dentro de un orden».

La manifestación empieza a las 9 de la mañana, justo a la misma hora que arranca otra protesta, a solo un kilómetro de distancia, para reclamar «que no se discrimine a la Caravana y que se frene la xenofobia». Solo una autopista y un importante dispositivo de seguridad separan a estos dos grupos con ideas tan diferentes.

Buena parte de los integrantes de la Caravana participan, en compañía de ONGs y algún tijuanense, en la manifestación en favor de los inmigrantes. «No entiendo por qué no son capaces de ponerse en nuestro pellejo, están actuando con la misma actitud que tanto criticaron a Donald Trump con el tema del muro», asegura Brandon, un hondureño de 24 años que huye de la pobreza en su país. «Nosotros no venimos a molestarles», insiste un compañero suyo que prefiere no desvelar su identidad «yo por ejemplo escapo de las maras y solo quiero conseguir asilo en Estados Unidos. Como hermanos latinoamericanos deberían apoyarnos y no criminalizarnos».

Al otro lado de la autopista, Fidel González, integrante del grupo ‘Mexicanos Primero‘, confiesa a El Mundo que: «los tijuanenses estamos acostumbrados a la migración pero estos días estamos muy preocupados. El desorden migratorio ilegal ya nos llegó hasta el cuello, estos invasores centroamericanos ya pasaron casi 4.000 km por nuestro territorio y están a las puertas de Estados Unidos. México no creo que vaya a hacer nada, de hecho se está pronunciando para favorecer largas estadías de estos migrantes en caso de que no crucen, es lamentable».

Una mujer que observa de cerca la entrevista pide que paremos porque no le gusta el tono de las preguntas: «nos va a dejar como xenófobos». Tras la interrupción, Estefanía, que así se llama esta tijuanense, decide responder ella misma a las preguntas de El Mundo: «Nuestra ciudad siempre ha sido acogedora y comprensiva con los migrantes pero esto ya lo estamos considerando como una invasión. Es un descontrol y seguro que muchos de ellos son miembros de la delincuencia organizada, por eso tenemos miedo y exigimos que se vayan de aquí antes de que haya una sobrepoblación en Tijuana».

«Nos sentimos atacados como sociedad»

Estas reacciones en contra de la Caravana se han agudizado en las últimas horas por vídeos en los que se ve a migrantes quejándose de la comida o de los estrictos horarios de los albergues. «El otro día fui con otros compañeros a pedirles que se fueran a los albergues, dijeron que no, que los albergues para ellos son cárceles, se quejan de la comida que les regalamos… incluso nos tiraron piedras y aseguraron que cuando estuviera completa la Caravana podían incendiar Tijuana. Nos sentimos atacados como sociedad», sentencia Estefanía.

Al margen de las polémicas y los incidentes xenófobos, miles de inmigrantes hacen fila para solicitar asilo en Estados Unidos. Tijuana se ha convertido hoy en un cuello de botella para los integrantes de un éxodo con difícil solución a corto plazo. Si ya de por sí, los trámites para solicitar asilo en Estados Unidos son lentos, el reciente decreto firmado por Donald Trump para limitar la capacidad de acogida durante los próximos meses lo hace aún más difícil. Hoy está previsto que lleguen 3.000 inmigrantes más a Tijuana, mientras que en las próximas semanas podrían llegar otros 3.000 centroamericanos, integrantes de la segunda y tercera Caravana, que salieron este viernes de la Ciudad de México.

Canadá, territorio de paz

El Arzobispo de Canadá, Leonardo Marin Saavedra, planteó este domingo a la caravana migrante en Tijuana la posibilidad de ser aceptados en aquel país si se dan las condiciones que exige el Gobierno canadiense.

El sacerdote católico, de origen colombiano, dijo que para que los viajantes lleguen a Canadá se podría crear un puente aéreo México-Canadá, un traslado en barco hasta Vancouver o pedir permiso a Estados Unidos para pasar vía terrestre en autobuses, posibilidad ésta última que consideró complicada.

«Un grupo de personas de San Francisco me llamó y me dijo usted es la persona indicada para que hable con el Gobierno de Canadá para ver si es posible que lleváramos a algunos migrantes de la caravana a Canadá y a mi me encantó la idea», contó a los centroamericanos en el albergue que se ubica en el deportivo Benito Juárez de esta ciudad.

«El sueño estadounidense es eso, un sueño y ustedes pueden tener un territorio de paz en Canadá», añadió.

Pidió a los migrantes «no se desanimen», «ser respetuosos» con el país que les ofrece hospedaje, en este caso México, «no hacer caso a expresiones de discriminación» y modificar «conductas y expresiones negativas».

Dijo que distintas organizaciones se encargarán de enviarle un proyecto al Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, para ver si es posible que Canadá acepte a un grupo de integrantes de la caravana, además les pidió «no hacerse ilusiones pero sí tener fe».

Marin Saavedra ofrecerá una conferencia de prensa este lunes en Tijuana para ofrecer detalles de la posibilidad que planteó a un grupo de los casi 3.000 migrantes que ocupan el albergue que se ubica en la popular zona norte de Tijuana.

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