Gaceta.- La Audiencia Nacional ha condenado a seis y siete años de prisión a dos inmigrantes ilegales que llegaron en patera a Almería. Ambos formaban parte de una célula terrorista del DAESH que pretendía establecerse en España tras llegar ilegalmente a costas almerienses en el año 2020. Compartieron embarcación con Abdel Bari, uno de los terroristas islamistas más buscados a nivel europeo, que fue hallado muerto en la cárcel tras el juicio celebrado el pasado julio.
Acorde a las fuentes policiales consultadas por este medio, la Sección Segunda de la Sala Penal de la Audiencia Nacional ha condenado este lunes a siete años de cárcel a Abderrezak Seddiki, por integración en organización terrorista y falsificación de documento oficial y a seis años de prisión a Kossalia Chollouah, por el primero de los delitos mencionados.
El Tribunal declara extinguida la responsabilidad penal del principal acusado, Abdelmajed Abdel Bary, un exrapero británico de origen egipcio, al haber muerto en prisión unos días después de la celebración de la vista oral en julio. Se trataba de uno de los combatientes del DAESH más buscados en Europa, al cual se le atribuían cientos de decapitaciones, y que llegó a Almería acompañado de los condenados citados anteriormente.
Los tres yihadistas llegaron a través de la ruta que conecta Argelia con Almería
La resolución señala que los tres acusados se encontraban en Argelia a principios de 2020 y desde allí, con la finalidad de mantener una célula integrante de la organización Estado Islámico, prepararon su entrada en España. La noche del 13 al 14 de abril de 2020 llegaron a la costa de Almería, ciudad en la que fueron detenidos unos días más tarde fruto de las vigilancias policiales a las que estaban sometidos y de la colaboración policial que las autoridades españolas habían establecido con Argelia.
Tras analizar las pruebas, los jueces consideran acreditado que Abdel Bary fue integrante de DAESH desde 2014, y ya en 2015 pasó a ser combatiente y reclutador de mujeres para la causa, como ocurrió con el caso de una española que ya fue condenada por la Audiencia Nacional.
La Sala considera que la integración de Abdel Bary en DAESH ha sido probada, mientras que en el caso de los otros dos acusados no hay elementos probatorios directos, aunque existen numerosos indicios que llevan a concluir que también formaban parte de grupo terrorista, y configuraban «una célula que se dedica a financiar sus actividades terroristas mediante la comisión de estafas bancarias masivas a través del carding» (fraudes masivos a través de Internet).
No eran unos inmigrantes ilegales más
Por otro lado, la sentencia considera inverosímil la pretensión de los acusados de hacer creer al Tribunal que son unos simples inmigrantes ilegales que habían partido desde territorio argelino y que sólo se conocen por haber compartido espacio y trayecto en una misma patera.
Para el Tribunal «no existe ninguna razón o motivo de peso que justifique mínimamente» que la motivación de los tres integrantes del DAESH era diferente a la de establecer en España una célula de Estado Islámico. Cuestión que se ha concluido por probada y que llevará a prisión a ambos detenidos por integración en organización terrorista y falsificación de documento oficial.