ABC.- La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha acordado entregar a Bélgica a Herbert Verbeke, un célebre negacionista del Holocausto, que está reclamado por delitos de acoso y amenazas realizadas por email y redes sociales. Se encuentra en prisión preventiva en Soto del Real, donde permanecerá mientras se tramita la entrega. No obstante, tiene otra reclamación pendiente también de las autoridades belgas pero relacionada con su propaganda antisemita que podría estar prescrita. En una carta manuscrita remitida a ABC, él reduce todo a ese asunto y dice que sus libros «políticamente incorrectos» resultan ser «legales en España».
Verbeke (Amberes, 1940) es el hermano del conocido editor Siegfried Verbeke y como él, tiene antecedentes por antisemitismo y negación del Holocausto en distintos países europeos. En el proceso de extradición alegó que llevaba diez años ya viviendo en España, si bien no pudo acreditar esa manifestación ni demostrar ningún tipo de arraigo. La resolución del tribunal da por hecho, en todo caso, que las amenazas y el acoso por los que le reclama Bélgica y que podrían costarle en total siete años de prisión se perpetraron desde territorio nacional. Todo era online.
El pasado mes de septiembre, el Juzgado Central de Instrucción 6 le dejó en libertad por la reclamación relativa a sus publicaciones antisemitas en tanto que podría estar prescrita, cosa que deben esclarecer las autoridades belgas. Según informan a ABC en fuentes jurídicas, esa orden de entrega aún no se ha confirmado. Sin embargo, a los pocos días el mismo juez ordenó prisión incondicional para Verbeke en tanto se tramitaba la extradición por esa otra reclamación sobre acoso y amenazas. La Fiscalía informó a favor de la entrega, a la que él se negaba, y el juez Joaquín Gadea la autorizó.
La defensa de Verbeke interpuso entonces dos recursos, uno contra la prisión preventiva y otro contra la extradición. Ambos han sido desestimados por la Sección Tercera, que, en el caso de la cárcel, concluyó que la perspectiva de ser condenado a penas de dos y cinco años de prisión es razón suficiente para inferir un «evidente riesgo de fuga». Entiende que la medida resulta así un «ineludible e insustituible remedio» para evitarlo.javascript:falsePUBLICIDAD
La justicia española no entra en el fondo
En cuanto a la entrega, un auto del pasado 19 de octubre confirma que debe ser enviado a Bélgica porque la orden enviada por el tribunal de Amberes es «completa y adecuada conforme a la norma» pues «indica elementos singulares y esenciales así como la identidad y nacionalidad del reclamado, los datos de la autoridad judicial de emisión, la indicación de la existencia de los hechos por amenazas y acoso ejecutados por el reclamado mediante mails, la tipificación de los diversos delitos implicados, las circunstancias fácticas en que se produjeron» etcétera.
Llama la atención en este punto el aviso a navegantes que parece enviar la Sala, como también hizo el instructor al acordar la entrega, cuando incide en que en virtud de la Ley de reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la Unión Europea, no corresponde a la justicia española entrar en el fondo del asunto, sólo velar por el cumplimiento de los requisitos de la Orden Europea y la existencia de delitos similares en el Código Penal nacional. No es lo que ha hecho la justicia belga cuando se ha tratado de reclamados por España como Valtonyc o Carles Puigdemont.
Con todo, la Sección Tercera dejó por escrito que «estando claro el motivo y los cargos concretos por los que el reclamado debe acudir a Bélgica» no aprecia indefensión de Verbeke por la ausencia de información que alega, pues será «en aquel país, que es donde están los datos concretos definitivos» donde «se entre en el fondo de la cuestión».
«Siendo que el arraigo no es causa de denegación sino sólo de condicionamiento de la entrega, indicar que como se ha señalado, el hecho de haberse recibido por cuantiosas figuras públicas belgas del mundo de la política y el deporte las numerosas amenazas (de acribillarles con un AK 47 o de provocar un incendio en sus casas u otras exigiendo dinero y emitiéndoles ultimata mediante mails) en territorio belga, hace competente a ese país para su castigo», concluye el tribunal.
Al confirmar la entrega que acordó el juez Gadea, da luz verde a que se proceda a través de los servicios policiales. No obstante, de acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas por este diario, seguirá en prisión en tanto se esclarezca qué ocurre con esa otra orden de entrega a Bélgica que está pendiente de confirmar y que se sospecha está prescrita. Después, se procederá.
