ADRIÁN G. GÓMEZ. DIEGU S.G. ENFOCANT.- [Ampliación de última hora: A través de su cuenta de twitter, NH Hoteles España informó de que no acogería «el evento Galerna 2014» cuando supo de su «contenido», pero los fascistas han trasladado el acto a otro establecimiento hotelero de la zona de El Sardinero: el Hotel Hoyuela. Unos 80 antifascistas se han concentrado en la Plaza del Ayuntamiento tras una pancarta de «Marejada Antifascista» para poner de manifiesto que «no son bienvenidos» a capital de Cantabria.]
La Asociación Alfonso I pretende celebrar el próximo sábado 27 en Santander unas jornada en las que contaría con la presencia de los líderes de la Casa Pound italiana, el Casal Tramuntana barcelonés o la ocupa neonazi de Zaragoza, referentes europeos del autodenominado «fascismo del tercer milenio». La asociación ultra tenía previsto disponer de nuevo del amparo de la entidad hotelera ‘NH Ciudad de Santander’ para desarrollar sus actos.
Para tratar de detener estos actos que promueven el odio y la exclusión, la Asamblea Antifascista de Cantabria promovió la firma de peticiones en change.org para que dicho hotel retire su apoyo al evento fascista, como ya hizo en su día el Hotel Silken, de la misma ciudad.
Galerna 2014, «buscando la luz que guíe un nuevo despertar»
La Asociación ‘Alfonso I’, formada por antiguos integrantes de Falange Montañesa y el Frente Nacional, pretende dar continuidad a las jornadas que el año pasado desarrollaron bajo la denominación de ‘Primavera Montañesa’, y que tras la negativa del Hotel Silken ya fueron trasladadas de manera subrepticia al Hotel NH.
Si en aquella ocasión atrajeron a las cabezas visibles de la ultraderecha fascista española (Rafael Ripoll, Fernando Cantalapiedra, Pedro Varela…) y a decenas de simpatizantes neonazis de todo el Estado, esta edición apuesta por el llamado «fascismo del tercer milenio», que ha dado un paso más en la tradicional imitación que el fascismo hace de la izquierda, para ocupar edificios, impulsar comunidades agrícolas, desarrollar formas de ocio alternativas, etc. En esta tendencia, Iannone y la Casa Pound son sin duda un referente para el fascismo de toda Europa junto a Amanecer Dorado.
Casa Pound, el fascismo del tercer milenio
A finales de los años 70, el Fronte della Gioventù (organización juvenil del histórico partido fascista Movimento Sociale Italiano, MSI) empezó a organizar campamentos para captar a jóvenes. Gracias al señuelo de la música y el deporte, y a las campañas en torno a la vivienda social y contra la especulación bancaria, el movimiento creció y en los 90 se iniciaron las primeras ocupaciones fascistas de casas en Roma, las llamadas ocupazioni non conformi.
En 2003, decenas de activistas ocuparon el edificio que toma el nombre de Casa Pound. Su líder es Gianluca Iannone, ex-miembro del MSI. En la Casa se acogen a familias sin techo, incluso en un primer momento de origen inmigrante, pero meses más tarde inician una campaña crecientemente hostil contra la inmigración. Poco a poco, Iannone y Casa Pound van introduciéndose en las elecciones, primero a través la lista electoral de La Destra, corriente fascista que forma parte de la coalición electoral de Berlusconi. Un año más tarde, ingresa en el Movimento Sociale-Fiamma Tricolore (MS-FT), que reivindica abiertamente el fascismo de Mussolini, especialmente la llamada “República Social Italiana” de 1943-45, que colabora activamente en el Holocausto judío. Tras ser expulsado del MS-FT, Iannone arrastra consigo a una parte importante de la juventud, especialmente del llamado Blocco Studentesco, y empieza a extender su modelo de activismo por todo Italia.
En 2011, Casa Pound obtiene siete concejales en las elecciones municipales. Pese a su retórica «anticapitalista», lo cierto es que muchos de sus candidatos forman parte de las listas del multimillonario Berlusconi. De hecho, a pesar de su retórica antisistema, Iannone se declara abiertamente fascista.
El mismo 2011 un reconocido simpatizante de Casa Pound, Gianluca Casseri, disparó a personas inmigradas. Mató a dos de ellas e hirió a más gente. Casa Pound negó cualquier relación con Casseri, pese a que éste aparece en un vídeo de una manifestación de Casa Pound llevando la bandera del grupo. Y es que la sublimación de la violencia es uno de sus pilares ideológicos, guardando gran similitud con las S.A. del NSDAP alemán.
El antifascismo italiano denuncia la simbiosis existente entre la derecha institucional y la ultra. La primera usa el extremismo de Casa Pound para radicalizar el debate político y ampliar su electorado, mientras la segunda gana legitimidad y espacio para actuar gracias a su estrecha relación con la derecha parlamentaria de Berlusconi. Desde sus inicios Casa Pound ha crecido exponencialmente, alcanzando, según sus cifras, los 5.000 militantes y más de cincuenta locales. Sus seguidores de Alfonso I, de momento, son un grupo reducido que controla un local en Cazoña, pero la Asamblea Antifascista de Cantabria advierte del eco que sus propuestas pueden alcanzar en un contexto de crisis.
Edificios «sólo para españoles»
Siguiendo el modelo de Casa Pound han surgido en los últimos años en el Estado español varios edificios ocupados que tratan de atraer simpatías llevando a cabo repartos de alimentos «sólo para españoles» y actividades de ocio deportivas o musicales. En este marco se sitúan los invitados por Alfonso I a Santander del Casal Tramuntana de Cataluña, cerrado en varias ocasiones por la acción vecinal, el Hogar Social de Zaragoza, y también el Hogar Social Ramiro Ledesma de Madrid, recientemente de actualidad y ya desalojado.
El ponente del Casal Tramuntana, Alberto Sánchez, es además concejal de la ultraderechista Plataforma X Catalunya (PxC) en Hospitalet de Llobregat, y vendrá a Cantabria a tratar otro tema de actualidad para el ultranacionalismo español: «combatir el separatismo desde la trinchera catalana». Vinculado a la llegada de estos colectivos a Cantabria, neonazis de Madrid, Zaragoza y otras partes del Reino han comunicado su intención de «invadir Santander» el 27 de septiembre.
Antecedentes en la cancelación de actos
No es la primera vez que NH Hoteles es utilizado por el fascismo español para albergar sus actividades. En 2007, el partido neonazi Democracia Nacional pretendía desarrollar en el hotel de Valencia la presentación del libro ‘Supremacismo Judío’ del racista estadounidense David Duke, miembro del Ku Klux Klan. La presión popular provocó la suspensión del acto. Hay que tener en cuenta que el secretario general de NH Hoteles, Leopoldo González-Echenique Castellanos de Ubao, ha sido nombrado presidente de la RadioTelevisión Española (RTVE) por el Gobierno de Mariano Rajoy, en sustitución de Alberto Oliart.
El año pasado, una campaña similar de la Asamblea Antifascista de Cantabria ya consiguó cancelar el acto en su emplazamiento original, pero finalmente acabó encontrando asubiu en NH Hoteles.
Un acto no tan esporádico en Cantabria
Como EnfoCant viene informando desde hace tiempo, la cadena hotelera no es el único espacio donde el fascismo encuentra cobijo. El Ateneo de Santander que preside el ex-director del Diario Montañés Manuel Ángel Castañeda ha acogido en numerosas ocasiones a organizaciones ultraderechistas para la presentación de trabajos como ‘Cántabros en la División Azul’ o el desarrollo de conferencias como la del pseudohistoriador ultraderechista Pío Moa y el fascista sirio Adnan Ezzeddine.
Paradójicamente, también encuentran los fascistas acomodo en los centros de inmigrantes. Así, el Centro Asturiano de Santander auspició una conferencia de la Asociación Alfonso I sobre el Valle de los Caídos, en cuya puerta se produjo un enfrentamiento con militantes antifascistas. Tras la mala experiencia, y afirmando haber sido «engañados», los responsables se comprometieron a que no volviera a ocurrir. El pasado jueves 11, sin embargo, el Centro Gallego de la capital cántabra acogió una conferencia del General retirado Blas Piñar Gutiérrez sobre «El Asedio del Alcázar de Toledo», organizada por la Asociación de Reservistas del Ejército español en Cantabria. Blas Piñar Jr., abierto simpatizante de la iniciativa ‘La España en Marcha’, a la que se adhieren entre otras Alianza Nacional, Falange o Democracia Nacional, fue expedientado, arrestado y pasado a la reserva en 2008 tras la firma de un manifiesto golpista.
Movilización social para impedir estos actos en Cantabria
Si pese al envío masivo de emails a nhciudaddesantander[arroba]nh-hotels.com protestando y pidiendo la cancelación del acto, NH Hoteles mantuviera su permiso o éstos pudieran trasladarse a otro espacio, la Asamblea Antifascista de Cantabria ha convocado una manifestación protesta el mismo sábado a las 17:30 de la tarde, que partirá del Ayuntamiento de Santander, en principio en dirección al hotel en cuestión.
“Todas las personas y colectivos comprometidas con la lucha contra la xenofobia, el racismo y la discriminación” son objetivo del llamamiento del colectivo antifascista para mostrar el rechazo a esta clase de eventos. Mediante una nota de prensa han sentenciado que “actos de estas características deben encontrar una respuesta plural, activa, solidaria y comunitaria”. La nota explica que las actividades de la Asociación Alfonso I son “una amenaza a la convivencia de nuestra sociedad” y representan “el avance del discurso nazi y xenófobo que reitera que la culpa de la presente recesión económica es de los más pobres y vulnerables”.
La presión a NH obtuvo resultados, pero el acto fascista se trasladó al Hotel Hoyuela
A través de su cuenta de twitter, NH Hotels España informó de que, «finalmente» no acogería el evento Galerna 2014″, alegando que anteriormente no conocían su «contenido».
Sin embargo, Alfonso I ha trasladado el acto a otro hotel de la zona del Sardinero: el Hotel Hoyuela, del Grupo Sardinero. Propiedad de Armando Álvarez (que también es propietario del Hotel Bahía y del Hotel Sardinero), este establecimiento ha accedido a acoger el acto fascista, contra el que había una campaña pública. La asistencia, teniendo en cuenta la llegada de neonazis de España y Europa, ha sido muy reducida.
Unos 80 antifascistas se han concentrado en la Plaza del Ayuntamiento tras una pancarta de «Marejada Antifascista» para poner de manifiesto que «no son bienvenidos» a capital de Cantabria