La asociación organiza para el 29 de septiembre unas jornadas cuyas ediciones anteriores han contado con la presencia de diferentes figuras de ultraderecha
05/09/2018 Diario.es.- «Alfonso I, como toda agrupación fascista, se está aprovechando de un régimen en descrédito y de la época de crisis capitalista en la que nos encontramos
La Asociación Cultural Alfonso I vuelve a las andadas. El grupo de ultraderecha ha organizado para el 29 de septiembre unas jornadas que han puesto en jaque a la Asamblea contra el racismo y la discriminación de Cantabria, ya que, según advierte, «promueven el odio y el discurso xenófobo». «A este acto se prevé que acudan fascistas de diferentes lugares del estado, que caminarán por las calles de nuestra ciudad», alertan desde este colectivo.
La agrupación, integrada entre otros por antiguos miembros de Falange Montañesa y Frente Nacional, y muy activa en concentraciones en contra de la acogida de refugiados y a favor de «la prioridad nacional», ha anunciado en sus perfiles de redes.
sociales que lleva «meses trabajando» en la quinta edición de las jornadas ‘Galerna’, que consistirán en la celebración de dos conferencias y de una manifestación.
«Próximamente daremos información más detallada indicando los horarios y lugar de las actividades. Como siempre, prometemos no defraudar», señalan desde este grupo en su muro de Facebook. Sin embargo, sus antecedentes han activado todas las alarmas de la agrupación antifascista, cuyos integrantes han querido recordar a los ponentes que han acompañado a la Alfonso I en otras ediciones.
«En anteriores ocasiones, esta misma asociación trajo a Cantabria a diferentes figuras del fascismo estatal como Pedro Varela (negacionista del Holocausto condenado por difusión de ideas genocidas y por editar y distribuir el Mein Kampf) o Fernando Cantalapiedra (exjefe nacional de la Falange), así como a representantes europeos de ultraderecha, como el líder de Casa Pound Gianluca Iannone -movimiento fascista italiano-, y Carlos Paz y José Javier Esparza, figuras exaltadoras de la dictadura franquista y estrechamente vinculadas a la Falange», señalan desde la asamblea.
Así pues, subrayan que «Alfonso I, como toda agrupación fascista, se está aprovechando de un régimen en descrédito y de la época de crisis capitalista en la que nos encontramos», y recuerdan que «defiende un discurso racista y abiertamente sexista en redes sociales y en sus canales de difusión», así como que surten comida solo a españoles, siguiendo la misma línea que el grupo neonazi Hogar Social Madrid.
«Respuesta contundente»
«Ante el repunte del fascismo es necesaria una respuesta contundente», sostienen desde el colectivo antifascista en su perfil de Facebook. «Este tipo de actos no pueden tener acogida en nuestra ciudad y no se puede permitir la difusión del discurso de odio hacia cualquier persona que no cumpla sus dogmas», recalcan.
Así pues, abogan por «mantenernos unidas y transmitir un mensaje firme de rechazo» y concluyen advirtiendo que volverán a «responder de manera contundente como en años anteriores». Y es que el pasado año, 25 organizaciones reclamaron a Delegación de Gobierno que impidiera una manifestación xenófoba organizada por este grupo de ultraderecha por estar «tipificada como delito en el vigente Código Penal».
Sin embargo, el entonces delegado del Gobierno, Samuel Ruiz (PP), aseguró que no podía prohibirla porque «cumplía con todos los requisitos» relacionados con los plazos, y argumentó que no es responsable de autorizar o no las manifestaciones «en cuanto al fondo» de las mismas.
No obstante, las asociaciones firmantes, que organizaron una ‘contra manifestación’ el mismo día bajo el lema ‘Encuentro por la Convivencia’, acusaron a la Asociación Alfonso I de iniciar «una campaña xenófoba» tras los atentados de Barcelona y Cambrills del pasado verano. Y es que en sus perfiles de redes sociales, tras los actos terroristas, sus integrantes difundieron mensajes islamófobos y acusaron a los «buenistas» de Refugees Welcome de ser «cómplices» de la masacre. «Tenéis vuestras manos manchadas de sangre», les recriminaron.