Kfar Aza, el kibutz donde Hamas asesinó a 40 niños

| 11 octubre, 2023

El Mundo.- «Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los mataron. No es una guerra, no es un campo de batalla. Es una masacre», asegura un oficial israelí

A medida que pasan los días y los cadáveres van siendo encontrados e identificados pese a los combates que aun tienen lugar en el sur de Israel, se multiplican los testimonios de los supervivientes del «Sábado negro» yihadista. La fecha que entró con sangre, balas y cuchillos en el calendario a recordar y llorar en las 21 agrupaciones agrícolas limítrofes con la Franja de Gaza.

Precisamente en el mayor atentado terrorista en la historia de Israel se produjo en el feudo de la izquierda a favor de un compromiso de paz con los palestinos en general y la convivencia con los vecinos gazatíes en particular.

Aunque más allá de las posibles consecuencias políticas, especialmente en las nuevas generaciones, lo que ahora domina es la conmoción por el horror. Por ejemplo, en el Kibutz Kfar Aza. Armados con kalashnikovs, machetes, granadas y la cinta verde de fidelidad a su grupo y la yihad (guerra santa), 70 integrantes del brazo armado de Hamas llegados de una franja situada a solo dos kilómetros, irrumpieron en esta pastoral agrupación y la obligaron a sufrir su momento más estremecedores desde su creación en 1951. Uno de los primeros en caer en combate con los atacantes fue uno de los el propio responsable del enclave que intervino en el choque armado como primera e improvisada línea de contención Muchos otros fueron acribillados en sus casas. Algunos en sus camas. Otros en sus cunas.

Acompañando a un grupo de periodistas extranjeros en el primer día que el kibutz abría sus puertas tras tres jornadas de sangre, silencio e incertidumbre, el oficial Itai Veruv aseguraba, según cita Reuters: «Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios , en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los asesinaron».

Posteriormente incidió en que «no se trataba de un campo de batalla sino un kibutz. Es una masacre de los terroristas». Según diversas informaciones, hubo también decapitaciones, aunque EL MUNDO no ha podido confirmar oficialmente semejante salvajada.

Los soldados llevan varios días en una misión doble: «limpiar» la zona de milicianos y encontrar supervivientes y cadáveres. En el camino, coches y casas que incendiaron los atacantes para provocar la salida de las que serían sus víctimas. Hay casos de israelíes que permanecieron dos días escondidos en el cuarto sellado y blindado esperando la llegada de los soldados mientras escuchaban a los terroristas a poca distancia. 33 miembros del kibutz estaban de vacaciones en Bulgaria por lo que salvaron sus vidas pero perdieron sus hijos, nietos y amigos.

«Hamas ha roto todas las líneas rojas. Es inconcebible lo que ha pasado por lo que el Estado y el Ejército debe firmar un nuevo contrato con nosotros. No volveremos a los kibutzim mientras haya terroristas en Gaza», decía Haim Yelin.

Los miembros de Zaka, encargada de encontrar los restos humanos para poder ser enterrados y honrados por sus familiares, encontraron decenas de cuerpos en un kibutz que tardará años en recuperarse. Su trabajo seguía esta noche casa por casa en otras agrupaciones.

El domingo, un día después de la matanza, un habitante de Kfar Aza enviaba el siguiente mensaje: «¡Aún hay terroristas en el kibutz! Disparan a las escaleras, se esconden en los tejados, algunos incluso siguen en casas con rehenes». El Ejército y YAMAM (unidad policial de élite encargada de la lucha antiterrorista) tuvieron mucho trabajo este fin de semana en los kibutzim. Varias decenas lo pagaron con sus vidas en choques de varias horas con milicianos que por su parte filmaban sus «conquistas». Según fuentes oficiales citadas por el Canal 13, «hay unos 1.500 cadáveres de terroristas en nuestro territorio que murieron durante sus ataques». Varias decenas fueron detenidos.

«Lo que han hecho es propio de los nazis o de los terroristas de Daesh (ISIS)», afirman algunos testimonios, medios y dirigentes con un lenguaje que refleja no solo la conmoción por los hechos sino la exigencia de una respuesta militar sin precedentes.

«Es Daesh de Gaza. No hay. Nos quitamos los guantes. Eliminaremos a Hamas. Israel no puede permitir que asesinen a sus niños», afirmó el ministro de defensa Yoav Gallant admitiendo que la ofensiva «puede tomar meses». El dolor en Kfar Aza durará más.

ver aquí imágenes

HISTÓRICO

Enlaces internacionales